La veloz propagación de la variante Ómicron del covid 19 que ha provocado un repunte de contagios en varios países ha llevado a las autoridades de las principales ciudades a cancelar o reducir los festejos planificados para recibir el Año Nuevo.
La famosa celebración en Times Square, Nueva York, se reducirá drásticamente por la pandemia, anunció el alcalde Bill de Blasio, en momentos en que la variante ómicron alimenta una “asombrosa” escalada de casos de covid-19.
Típicamente unos 58,000 neoyorquinos se reúnen para presenciar la caída de la enorme bola anunciando la llegada del nuevo año, pero la próxima semana la capacidad será reducida a 15,000 asistentes, que deberán usar obligatoriamente mascarilla y probar que han sido vacunados.
Medidas sanitarias adicionales “mantendrán segura y sana a la multitud completamente vacunada mientras recibimos el Año Nuevo”, apuntó de Blasio.
Times Square estuvo prácticamente vacía en la víspera de Año Nuevo del año pasado, y solo los trabajadores esenciales e invitados pudieron ver caer la pelota desde áreas con distanciamiento social.
Otras ciudades del mundo como París y Londres también han cancelado sus festividades para recibir el Año Nuevo ante el avance de la nueva variante ómicron del coronavirus.
En Brasil, el alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, anunció que la ciudad celebrará la llegada de 2022 con fuegos artificiales en la playa de Copacabana y otros puntos, tras cancelar su fiesta de Réveillon ante la amenaza de una nueva variante de covid-19.
La icónica ciudad brasileña iluminará su cielo, pero el gran concierto que suele acompañar los festejos continúa cancelado, dijo Paes en una conferencia de prensa.