Tegucigalpa.- El asesor presidencial hondureño y exmandatario (2006-junio de 2009), Manuel Zelaya Rosales, expresó fuertes críticas hacia la Doctrina Monroe, calificándola como la «más grosera injerencia» de Estados Unidos en las naciones de América Latina. Sus declaraciones fueron divulgadas a través de un video en las redes sociales del Partido Libertad y Refundación (Libre), donde Zelaya se desempeña como coordinador general.
Zelaya Rosales hizo referencia al 200 aniversario de la proclamación de la Doctrina Monroe, pronunciada por el quinto presidente de Estados Unidos, James Monroe (1817-1825), con la famosa frase «América para los americanos». En su análisis, el asesor presidencial afirmó que esta doctrina no ha evitado la recolonización de los pueblos latinoamericanos, sino que ha sido una herramienta de «agresión» que ha beneficiado a los «Halcones de Washington».
Según Zelaya Rosales, los resultados de la Doctrina Monroe han sido exacerbados por la traición de algunos líderes latinoamericanos y caribeños que, en sus palabras, «doblan su espina dorsal ante el amo extranjero». Acusó a estos dirigentes de apoyar intervenciones militares, guerras, imposición de dictaduras, conspiraciones, fraudes electorales, guerras psicológicas, desestabilización, sanciones, bloqueos y golpes de estado, todo en complicidad con los intereses estadounidenses.
El asesor presidencial también denunció la aplicación de estrategias de división por parte de Estados Unidos, mencionando casos como la independencia de Panamá de Colombia y la alianza con el Reino Unido durante la Guerra de las Malvinas contra Argentina.
Zelaya destacó la respuesta del pueblo mediante rebeliones, pero advirtió que el sistema capitalista está en decadencia y que su hegemonía solo puede sostenerse mediante la fuerza. Hizo referencia a eventos contemporáneos, como la invasión en la Franja de Gaza, considerándola un ejemplo de la obstaculización de la independencia y la libre autodeterminación.
En sus conclusiones, Zelaya Rosales llamó a la unidad de la «patria grande» para la construcción de un nuevo orden económico-mundial, justo y ambientalmente sostenible. Enfatizó la necesidad de superar las intervenciones e injerencias descaradas que, según él, han marcado los últimos 200 años de la Doctrina Monroe.
