Crisis en el Congreso Nacional parece no tener fin

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Tegucigalpa.- La crisis en el Congreso Nacional de Honduras parece no tener fin, sumando ya 74 días desde la última reunión de diputados el pasado 31 de agosto. En esa ocasión, la elección del nuevo Fiscal General y Fiscal Adjunto resultó infructuosa, ya que ni el oficialismo ni la oposición lograron reunir los 86 votos necesarios de los 128 diputados para llevar a cabo dicha elección.

A lo largo de estos días, aunque no trabajen los legisladores continúan percibiendo sus salarios y viáticos mensuales, incluso realizando viajes, como el polémico viaje a Rusia a fines de septiembre.

La crisis se agudizó

La crisis se profundizó el 31 de octubre cuando el presidente del Congreso, Luis Redondo, nombró una Comisión Permanente. Al día siguiente, con nueve diputados oficialistas, esta comisión designó de manera interina el 1 de noviembre al fiscal general y al fiscal adjunto, Johel Zelaya y Mario Morazán respectivamente. Esta acción fue en contra de la voluntad de más de 70 diputados de la oposición, desencadenando violencia y enfrentamientos entre los propios legisladores, resultando algunos de ellos heridos.

Aunque los nombramientos son interinos, la oposición enfrenta desafíos para reunir los 86 votos necesarios para designar fiscales en propiedad y carece de control sobre la Junta Directiva, actualmente en manos del Partido LIBRE, que se encuentra en confrontación con la parte opositora.

A pesar de autoconvocarse en sesiones extraordinarias y lograr más de 65 votos, la oposición no ha logrado que se tomen en cuenta sus decisiones hasta el momento.

Diálogo en punto muerto

Las tentativas de diálogo, como la convocatoria de Luis Redondo a líderes de las bancadas de oposición el pasado 6 de noviembre, no tuvieron éxito, ya que la oposición exige un diálogo público con mediadores, una condición rechazada por Redondo y su junta directiva.

Luego de ese intento, todo quedó en un punto muerto, ya que no se volvió a realizar ninguna convocatoria para que las partes dialoguen y busquen consensos por el bien de Honduras.

Además, crisis parece estar lejos de resolverse, y algunos señalan que es poco probable que todos los diputados vuelvan a sesionar durante el resto del año. Se plantea la posibilidad de que la problemática se arrastre hasta la tercera legislatura del próximo año.

Caen en el mismo discurso

En medio de la prolongada crisis legislativa en Honduras, los congresistas no han perdido la oportunidad de salir en foros y en entrevistas en medios de comunicación, repitiendo un discurso que, lejos de evolucionar, ha contribuido a intensificar la polarización en el país. Tanto el oficialismo como la oposición han mantenido argumentos invariables, que han  generado descontento y aburrimiento entre la población.

El oficialismo insiste en la legitimidad de Johel Zelaya y Mario Morazán en sus roles interinos, afirmando que permanecerán en sus puestos hasta que se alcance un consenso para elegir fiscales en propiedad. Por otro lado, la oposición sostiene firmemente la ilegalidad de estos nombramientos, reiterando su compromiso de convocar sesiones extraordinarias como medida de resistencia.

Adicionalmente, la oposición señala la disparidad numérica, argumentando que contar con 72 votos facilita alcanzar los 86 necesarios, en contraste con los 52 de la oficialismo. Esta discordancia numérica se convierte en un punto de fricción constante en las discusiones políticas.

En medio de los debates en redes sociales y las constantes acusaciones entre los diputados, se evidencia una falta de llamados al diálogo real y a la búsqueda de consensos que beneficien a la población. Este patrón ha contribuido a una percepción de falta de compromiso por parte de los políticos en resolver los problemas que aquejan al país.

Fuente: Noticias24/7