Tegucigalpa.- En un alarmante desarrollo económico, el cierre de unas 250 empresas del sector camaronero ha desatado una ola de preocupación en el sur de Honduras. El diputado nacionalista por Choluteca, Carlos Ledezma, ha levantado la voz esta semana, señalando que alrededor de 40 mil empleos, entre directos e indirectos, se han esfumado en la región.
Este dramático declive, según el congresista de oposición, se atribuye a una decisión gubernamental desafortunada: la ruptura de relaciones con Taiwán. Ledezma la calificó como un «grave error» que ha puesto en peligro uno de los rubros más importantes de Choluteca y Valle.
Las repercusiones de estas acciones gubernamentales se hicieron sentir con fuerza cuando una empresa camaronera en Choluteca cerró sus puertas debido a la falta de ventas, dejando a más de 900 trabajadores sin empleo.
Ante este escenario, el diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Luis Ortega, quien además preside la comisión especial de diputados del Congreso Nacional (CN), ha anunciado reuniones con empresarios del sector para abordar soluciones a la crisis.
Ortega reveló que el gobierno, a través del canciller Enrique Reina, está trabajando en cuestiones legales relacionadas con este tema y está a la espera de un fallo del juez del estado de Sinaloa, México, para determinar los próximos pasos.
Por otro lado, el miembro de la sociedad civil independiente, Kenneth Madrid, enfatizó que esta crisis no solo golpea a la industria del camarón, sino también a la empleabilidad en el país. Madrid señaló que la falta de previsión sobre las repercusiones de cambiar las políticas exteriores del estado ha llevado a esta situación, especialmente en términos de acuerdos de libre comercio con precios preferenciales.
«Es crucial pensar en el hondureño en esta situación. Esto está teniendo un impacto grave, y esperamos que las reuniones produzcan resultados viables, ya que la industria del camarón no es insignificante en Honduras», concluyó Madrid.
La incertidumbre persiste en la región sur del país mientras los actores políticos y empresariales buscan soluciones urgentes para revertir esta tendencia preocupante en el sector camaronero, vital para la economía local y nacional.