Suben a 2.447 los muertos en Honduras por COVID-19 y a 80.662 los contagios

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El organismo estatal indicó en cadena nacional de radio y televisión que, de 1.211 nuevas pruebas PCR de laboratorio, 642 dieron positivo. EFE/Paolo Aguilar

Tegucigalpa – Los muertos por COVID-19 en Honduras ya suman 2.447, mientras que los contagios son 80.662 en siete meses de pandemia, informó el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

El organismo estatal indicó en cadena nacional de radio y televisión que, de 1.211 nuevas pruebas PCR de laboratorio, 642 dieron positivo, con las que la cifra de contagios aumentó a 80.662.

El informe diario del Sinager registró además 14 nuevos fallecimientos, con los que el número subió a 2.447 desde marzo, cuando se comenzó a expandir la pandemia de la enfermedad.

De los 18 departamentos que tiene Honduras, Cortés, con 168 nuevos contagios; Francisco Morazán (155), Copán (104), Atlántida (85) y El Paraíso (61) son los que más enfermos registraron en el recuento del Sinager.

Se suman 774 personas hospitalizadas, de las que 580 se encuentran en condición estable, 164 graves y 30 en unidades de cuidados intensivos.

El ente sanitario también informó que los pacientes recuperados ya suman 30.131, con 363 nuevos casos registrados.

LLAMAMIENTO A CUMPLIR MEDIDAS SANITARIAS

La primera dama de Honduras, Ana García, quien en julio fue declarada asintomática de coronavirus, enfermedad que también contrajo su esposo, el presidente Juan Orlando Hernández, hizo hoy un nuevo llamamiento a la población a cumplir con las medidas sanitarias para no contraer el virus.

«Quiero pedirles que por favor no bajemos la guardia, que sigamos cuidándonos contra la COVID-19. El mundo enfrenta una segunda ola y en Honduras, que sabemos lo que puede pasar, debemos prepararnos para que no pase», indicó García durante una visita de trabajo al municipio de Ilama, departamento de Santa Bárbara, en el occidente del país.

Agregó que ella sabe «lo que se siente y lo que significa la angustia de ver un familiar enfermo».

«Uno está aislado del resto de su familia y en una larga convalecencia, yo lo estuve por más de 40 días», subrayó.

Señaló además que en Ilama «hay familias que lloran por no haber podido despedirse de sus familiares».

La primera dama subrayó que el rebrote de la pandemia es porque la población se siente relajada y las personas pensaron que la enfermedad ya había pasado y empezaron a salir desordenadamente.

«La gente dejó de usar la mascarilla, a no guardar distancia y a no cuidarse. Ahora son los lamentos porque nuevamente se ve un desbordamiento en el número de personas que están llegando nuevamente a los hospitales», acotó. EFE