Tegucigalpa- Las últimas cuatro enfermeras que murieron a causa de COVID-19, no tenían ninguna dosis de vacuna, confirmó el presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), Josué Orellana.
En ese sentido Orellana, hizo un llamado al personal de Salud que aún no se ha vacunado, para que lo hagan ya que el inoculante ayuda para que los casos no sean de gravedad.
La reflexión es para toda la población porque la diferencia entre la vida y la muerte puede estar en que se vacunen insistió el dirigente gremial.
El jueves se informó de la muerte de la enfermera Merlín Velásquez, quien laboraba en el Seguro Social. Con este fallecimiento se contabilizan 54 las muertes por COVID, en el gremio, afirmó Josué Orellana.
“Nosotros como gremio de enfermería al cierre del mes de septiembre hemos tenido un alza de contagios del 12 % en nuestros compañeros, la situación es difícil y debemos todos asumir la parte que nos corresponde”, agregó.
Tercera dosis
Por otra parte, Orellana, manifestó que es importante que las autoridades de Gobierno, deben estar analizando la aplicación de una tercera dosis para el personal sanitario.
Eso es importante para que este personal siga enfrentando la pandemia en el país y no sigan siendo víctimas de esta patología, puntualizó.
El proceso de vacunación contra COVID-19 se inició con el personal sanitario, meses después debido a la gran carga viral, se incrementan los contagios, por lo que médicos y enfermeras coinciden en que es tiempo de planificar la aplicación de una tercera dosis.
