La decisión de retornar a clases semipresenciales no es improvisada: Secretaría de Educación

0
649

Tegucigalpa. El asesor de la Secretaría de Educación, Johnny Varela, expresó que la decisión de retornar a clases semipresenciales no es improvisada, sino que surgió de un análisis exhaustivo del comportamiento de la pandemia del COVID-19.
 
La Secretaría de Educación dio luz verde para que 15 comunidades del país con baja incidencia del virus analicen un retorno escalonado a clases semipresenciales, siguiendo estrictos protocolos de bioseguridad.
 
El sector público comienza pilotaje desde el próximo lunes, mientras que el sector gubernamental lo hará la última semana de agosto.
 
“La fecha es el 16 para los institutos privados y el 26 para las instituciones públicas”, expresó Varela.
 
“Estas fechas inicia el proceso de análisis de validación, diagnóstico y aprobación de la semipresencialidad para ambas modalidades”, indicó.
 
“Se cuestiona que esta decisión ha sido una decisión improvisada y que probablemente no tiene fundamentos, nosotros hemos estado pendientes de algunas exposiciones que se han realizado en diferentes medios, donde se ha dado a conocer sobre las consecuencias de la variante Delta y de todo el COVID-19”, manifestó.
 
“También hemos visto en otros medios de comunicación sobre las valoraciones que se deben de hacer con respecto a las nuevas variantes que probablemente pueden venir en un futuro”, añadió.


 Plan fue elaborado hace un año


 Varela recordó que el plan de retorno a clases fue elaborado desde el año pasado y que se ha venido perfeccionando para asegurar la salud y vida de los maestros, niños y la población en general.
 
“La Secretaría de Educación elaboró el año pasado una estrategia llamada retorno seguro a clases, donde ya estábamos preparados para atender a los educandos bajo tres modalidades: una modalidad presencial, una modalidad semipresencial y una modalidad a distancia”, mencionó.
 
“Esta estrategia tiene tres grandes etapas: una de planificación, una de transición y una de estabilización, con tres grandes ejes de actuación: uno de bioseguridad, uno psicoemocional por el impacto que ha provocado en las familias y un eje de aprendizaje para poder adecuar la entrega curricular que se hace a los educandos y  los estudiantes”, detalló.
 
“De ahí se deriva todo el trabajo que se ha venido desarrollando con las diferentes instancias como el Sinager (Sistema Nacional de Gestión de Riesgo), la Secretaría de Salud, la Secretaría de Educación y el rol que ejerce la comunidad educativa”, concluyó.