La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, ha planteado preocupaciones sobre el nepotismo que prevalece en el país, yendo más allá de la esfera de la familia presidencial. En una entrevista con la radioemisora HRN, Castellanos señaló que el problema se extiende a los empleados intermedios del gobierno.
Castellanos enfatizó que el reclutamiento de empleados públicos por motivos políticos representa una carga significativa para las finanzas del Estado. Mencionó la existencia de casos de nepotismo en diversas áreas, donde personas sin los méritos académicos adecuados son asignadas a cargos gubernamentales.
La exrectora destacó que cada dirigente político cuenta con una red de activistas que solicitan empleo, ya sea para sí mismos o para sus familiares. Esta práctica, según Castellanos, contribuye a la exclusión de individuos calificados y preparados para ocupar esos puestos.
El nepotismo en Honduras no se limita solo a la familia presidencial, sino que también se observa entre los empleados intermedios del gobierno. La crítica hacia la familia presidencial por emplear a sus miembros, e incluso a parientes distantes, ha generado protestas por parte de la oposición, con consignas como «fuera el familión» durante las manifestaciones.
La exrectora subrayó que esta situación no solo representa una carga financiera para el Estado, sino que también limita las oportunidades para individuos con la preparación necesaria. El nepotismo, en última instancia, socava el principio de meritocracia y debilita la capacidad del gobierno para servir eficazmente a la población.