Tegucigalpa.- Más de 30.000 personas en Guatemala y Honduras afectadas por el paso devastador de los huracanes Eta e Iota recibieron asistencia alimentaria del Programa Mundial de Alimentos gracias al apoyo financiero de la Unión Europea (UE), informó este lunes el organismo de la ONU.
El PMA señaló en un comunicado que recibió de la UE 1,2 millones de euros (1,4 millones de dólares) a través de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO).
Agregó que el dinero permitió al PMA brindar asistencia alimentaria a través de «tarjetas canjeables por alimentos» en Honduras y transferencias de efectivo no condicionadas en Guatemala entre los afectados por el impacto de Eta e Iota.
En noviembre pasado, los huracanes Eta e Iota arrasaron con viviendas y medios de vida de miles de personas en Guatemala y Honduras, por lo que el PMA entregó «comidas calientes y bolsas de alimentos» en las zonas afectadas, pero después cambio a la modalidad de tarjeta y transferencias.
“Tras perderlo todo en dos desastres simultáneos, el apoyo de la Unión Europea ha sido un alivio para estas comunidades centroamericanas, que además estaban sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia por la covid-19”, dijo la directora regional de PMA para América Latina y el Caribe, Lola Castro.
En Guatemala, el PMA entregó una transferencia por 150 dólares a 15.160 familias para comprar alimentos para dos meses, en dos municipios del departamento de Izabal y cuatro del de Alta Verapaz, añadió.
En el caso de Honduras, la asistencia alimentaria fue entregada durante tres meses a través de tarjetas de alimentos por un valor mensual de 90 dólares y la iniciativa benefició a 15.390 personas en tres municipios del departamento de Cortés, norte del país.
«Este tipo de asistencia permite al beneficiario adquirir lo que su familia necesita y además dinamiza las economías locales», subrayó el PMA.
Los países centroamericanos son «altamente vulnerables» a los huracanes y otros fenómenos como las sequías prolongadas y las lluvias excesivas que afectan la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables. EFE
