Tegucigalpa, 9 feb (EFE).- El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, llamó este domingo a todos los hondureños a evitar la corrupción en todos los ámbitos, y lamentó que el pueblo del país centroamericano está confrontado por ideología y los políticos.
«La palabra de Dios es esa sal que puede impedir la corrupción. Los 10 mandamientos de la ley de Dios están ahí como esa sal para impedir la corrupción”, subrayó Rodríguez en la misa que ofició hoy en la catedral de Tegucigalpa ante decenas de católicos.
La corrupción les ha robado a los hondureños unos 10.300 millones de dólares entre 2014 y 2018, lo que representa entre el 10 % y 12,5 % del producto interno bruto (PIB), según cifras del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh, privado).
Rodríguez dijo que la persona es la «luz del mundo» y señaló que la tiniebla en la Biblia «es lo que se opone al plan de Dios y que ahoga la aspiración más profunda del ser humano, la aspiración a una vida plena, a una vida llena de sentido”.
Las tinieblas, añadió, se identifican en la palabra de Dios «con la mentira, nace de la ambición, nace de la necesidad exagerada del reconocimiento, de poder, de protagonismo» y produce en las personas «la ceguera, o sea, el ocultamiento del plan de Dios que es la vida impidiéndonos realizarnos plenamente».
PUEBLO CONFRONTADO
El religioso lamentó que el pueblo hondureño «está herido» y «confrontado por ideologías, por políticos, por el veneno del odio que se ha sabido ir metiendo en las comunidades».
Aseguro que para «cicatrizar esas heridas, se necesita abrir camino a la justicia».
Honduras vive una crisis política y social desde 2009 a raíz del golpe de Estado al entonces presidente hondureño, Manuel Zelaya, y se agudizó con la reelección del actual gobernante, Juan Orlando Hernández.
En las elecciones del 26 de noviembre de 2017, fue reelegido Hernández, y la oposición aduce que hubo «fraude» y alega también que no podía ser candidato porque la Constitución no permite la reelección presidencial bajo ninguna modalidad.
ATENTADOS DE 2001
El cardenal hondureño recordó también los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando fueron derrumbadas las Torres Gemelas, en Nueva York, Estados Unidos.
«Una persona llena de odio dijo: dónde estaba Dios ese 11 de septiembre, Dios no existe, y una joven le contesto: si lo hemos echado de la familia, la escuela, fuera de la sociedad, como querías que estuviera si ya lo echamos fuera», enfatizó.
Cerca de 3.000 personas murieron en los ataques orquestados por la organización terrorista Al Qaeda en el World Trade Center de Nueva York, en el Pentágono y cerca de Shanksville, en Pennsylvania.
Señaló que en el lugar de Dios están «los ídolos del poder, del placer sin reglas morales, del tener a toda costa, aunque sea robando o defraudando», por lo que se preguntó «dónde está Dios en nuestra sociedad verdaderamente».
«Lo tenemos como aquella garantía de que podemos construir un mundo mejor con lo que hoy reina, el ídolo de la corrupción», destacó el cardenal hondureño.