Tegucigalpa – Uno de los vehículos que escotaba a la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, fue atacado a disparos la noche de ayer martes en la colonia América de Tegucigalpa, capital de Honduras.
Asimismo, dijo que los sistemas de seguridad -cámaras del 911- deben mejorar mucho para dilucidar qué es lo que ocurre en este tipo de acontecimientos. “Son muchas cosas las que tenemos qué hacer, las cámaras de seguridad tienen que mejorar en todos los trayectos”, dijo la viceministra Villanueva.
En declaraciones a la emisora América Multimedios, explicó que ella tiene un esquema de seguridad que la protege y que personalmente viaja en un vehículo blindado.
Relató que cuando iba a bordo de su vehículo el conductor hizo un viraje extraño y cambio de ruta. “Cuando llego a la casa esta gente está diciendo que ocurrieron dos detonaciones de bala del carro perseguidor, pero que no le pegan, pero que están cercanas y por eso de inmediato cambiaron de ruta”, adicionó.
Manifestó que “yo gracias a Dios estoy bien, no me siento cómoda y no me gusta que me digan (escoltas) que escuchan balazos”.
“Yo les dije que se calmaran e investiguen porque a mí realmente me van a matar esta gente. Yo no tengo nada en este momento, pero yo tengo mi gente profesional. El asunto es que les he dicho que tienen que investigar”, externó.
Reveló que no puede asegurar que alguien la quiere matar, pero insistió que el suceso debe ser investigado. Los balazos que se escucharon cerca y que fueron reportados por sus escoltas, así como las versiones de ellos debe ser investigado, apuntó la funcionaria.
“Siempre he tenido temor por mi vida”, describió para luego asegurar que en una oportunidad sujetos armadas ingresaron al perímetro donde reside.
La semana pasada, la viceministra Villanueva hizo serias revelaciones al denunciar que la Policía Nacional tuvo una participación activa en la matanza de 46 reclusas el pasado 20 de junio en la cárcel de Támara.
Denunció que el actual ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, tiene un comportamiento raro hacia ella, que van desde el boicot a su labor hasta negarse a pagarle a los empleados bajo su mando.
Concluyó afirmando que fue utilizada como chivo expiatorio cuando fungió como interventora de las cárceles y que ocurrió la matanza de PNFAS. “No me agrada que utilicen cuentas falsas desde lo interno de la Secretaría (Seguridad) para decirme que me vaya. Yo no voy a renunciar de un trabajo que hago con mucha dedicación”, finalizó.