EE. UU.- El congresista de Florida, Byron Donalds, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, reiteró su inquietud sobre las acciones tomadas por el Gobierno de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, que podrían resultar en la expropiación de significativas inversiones estadounidenses en el sector privado del país centroamericano.
En una carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, y a la representante de Comercio, Katherine Tai, Donalds expresó su preocupación por las medidas adoptadas por el gobierno de Castro, que podrían afectar negativamente las inversiones estadounidenses en Honduras.
El congresista destacó que empresas estadounidenses, como Honduras Prospera Inc., han invertido más de 100 millones de dólares en el país y están generando empleo para miles de hondureños.
Donalds recordó que, en julio pasado, firmó una carta bipartidista expresando la misma preocupación, resaltando la amenaza del gobierno de Castro de eliminar el marco de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE).
Además, señaló que esta acción no solo violaría las garantías de estabilidad jurídica respaldadas por el CAFTA-DR, sino que también disuadiría a futuras inversiones estadounidenses, afectando miles de empleos estables para los hondureños.
El congresista informó que, desde la entrega de la carta en julio, el gobierno de Castro no ha logrado obtener los votos necesarios para derogar la ley constitucional que establece las ZEDE.
Ante esto, la administración ha recurrido a presionar a la Corte Suprema para revocar decisiones previas y declarar inconstitucional la ley de las ZEDE con carácter retroactivo. Donalds expresó su preocupación por estos esfuerzos, que incluyen la reorganización de magistrados para influir en la decisión de la Corte.
El congresista subrayó que la supresión de las ZEDE no solo afectaría las inversiones estadounidenses en el país, sino que también dañaría el clima de negocios para inversionistas nacionales e internacionales. Donalds destacó que esta acción también fortalece a países como Cuba, China y Venezuela, que buscan expulsar las inversiones estadounidenses y aumentar su influencia en la región.
En apoyo a las medidas proactivas adoptadas por el Departamento de Estado, Donalds alentó restricciones de visado para funcionarios extranjeros involucrados en prácticas corruptas que amenazan los intereses de Estados Unidos.
Además, instó al Departamento de Estado y a la Oficina del Representante Comercial a enviar un mensaje firme al gobierno de Castro para preservar la independencia institucional de la Corte Suprema y proteger el Estado de Derecho.
En la carta, el congresista solicitó una evaluación detallada de la situación y recomendaciones sobre los pasos a seguir, con el objetivo de que él y los demás firmantes puedan evaluarlos para alcanzar objetivos compartidos.
