Tegucigalpa – El exdirector del Centro Penitenciario de Támara, René Cruz dijo que el trágico hecho que terminó con la vida de más de 40 privadas de libertad en la cárcel de mujeres “era de esperarse”.
Según Cruz, hasta la fecha “no se han tomado las medidas correctivas a tiempo para poder asumir el control de los centros penitenciales”.
Para exdirector penitenciario, lo que sucedió en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) solamente denota una carencia y una falla en los dispositivos de seguridad”.
Las fallas en el recurso humano, la parte tecnológica y los mecanismos de inteligencia que puedan dar el monitoreo necesario para poder prever cuando va a suceder un acto de estos, son factores determinantes en esta tragedia.
Cruz refirió que el recurso tecnológico ha caído en un momento de no funcionamiento, y la prueba está en el probado ingreso de armas, con las que cometieron la matanza este martes.
Para ingresar una granada en estos centros carcelarios, dijo Cruz, se pagaba unos 75 mil lempiras, mientras que por armas de fuego, tipo fusil, el montó supera los 85 mil lempiras.
“Anteriormente nosotros notamos que había una permanente requisa y registro en estos centros penitenciarios, cosa que ahora no ha ocurrido”, afirmó tras destacar que si bien se ha intervenido el sistema penitenciario que tiene problemas, pero el resto no se toca, hasta que ocurren este tipo de tragedias.
En ese sentido, lo que queda ahora es “un registro simultáneo de los 25 centros penitenciarios y tratar de sacar todo ese armamento que está adentro”, dijo.
