«Todos podemos ser tierra fértil para que la semilla de Cristo dé frutos en nosotros», resalta homilía dominical

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Tegucigalpa.- En la homilía dominical dijo que no hay que caer en tres riesgos: falta de atención, superficialidad y apego a la riqueza, porque los tres son paralizantes.

En la homilía de este domingo 16 de julio de 2023, el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, hizo eco del Evangelio al decir: “Cuando la semilla de la verdad y la tierra fértil de la libertad se encuentran, dan frutos de eternidad.

Jesús dijo que es la semilla de vida enviada por la libertad del Padre, que espera ser acogida por la libertad de los hijos.

Llamó a no tener miedo a la libertad. porque significa no tener miedo a morir para sí y dejar vivir a Dios.

Ese Dios al que llamamos el totalmente otro. «Así unida la semilla y la tierra por la lluvia del espíritu, vivir por los otros y para los otros mostrando en nuestro vivir que vivimos con Dios y para él», señaló.

Aseguró que es un enorme misterio de vida que hoy nos lanza Jesús como un desafío a nuestras seguridades.

«En otras palabras, el fruto de vida auténtica proviene de la sencillez, transparencia de la verdad de Dios, que es acogida por el humus fértil de la libertad humana», expresó.

Tierra buena

«Cuando ustedes van a una tienda compran para criar unas plantas o flores en casa compran humus, una tierra buena, especial», refirió.

La libertad es ese humus expresó, en el cual la semilla de Dios puede enraizar.

«Dice Jesús para que viendo no vean y oyendo no entiendan, porque así como hay semillas, recubiertas de una protección natural,  así también el tesoro de la palabra en cuanto a semilla de vida quiere ocultarse en las parábolas de Jesús a quienes tienen el corazón cerrado», dijo.

En su mensaje dijo que solo quienes realmente esperan con atención, puedan descubrir lo que serán como hijos de Dios.

«Como en María, la palabra de Dios viene para asumir el humus y hacernos partícipes en el espíritu de las primicias del futuro», señaló.

En la primera lectura, la de Isaías, habló de la lluvia tan necesaria, que con un adecuado tratamiento casi todas las tierra pueden llegar a ser fértiles.

«Todos podemos ser tierra fértil para que la semilla de Cristo dé frutos en todos nosotros puede Cristo dar frutos», expresó.

Por ello llamó a dejarnos inundar por la lluvia de cristo, es decir, por su espíritu y así la misma palabra que es la semilla es también la que prepara la tierra y la abona.

«No dejemos que los tres riesgos que explica Jesús en la parábola de El Sembrador nos dejen estériles, de cuatro, tres no llegan a dar fruto y lo explica el mismo», explicó.

Los tres riesgos son:  falta de atención, superficialidad y apego a la riqueza. Los tres son pensamientos paralizantes aseguró porque nos dicen  que no hay salvación y por ello no la busco, o dice no hay una sola salvación sino muchas, indicó.

O también no hay salvación futura, sólo presente, entonces me centro en resolver los problemas de hoy, cerró.