Tegucigalpa.- Los resultados del último estudio de la encuestadora Paradigma, realizado en marzo de 2024, revelan una realidad ineludible para las próximas elecciones generales del 2025: la necesidad de alianzas políticas para obtener la victoria.
Con un panorama fragmentado y un elevado porcentaje de indecisos, ningún partido puede aspirar a ganar por sí solo, según los datos recopilados.
Sin embargo, la clave para alcanzar el poder reside en la capacidad de formar coaliciones estratégicas.
Ante la imposibilidad de un triunfo individual, los partidos se encuentran explorando diversas opciones de alianzas. Desde el Partido Nacional hasta LIBRE, todos están buscando asociaciones que les permitan ampliar su base de apoyo y aumentar sus posibilidades de éxito en las urnas.
De acuerdo con el último estudio # 100 de la Encuestadora Paradigma la fuerza de cada partido político es la siguiente:
A esto hay que agregar un 7% de Salvador Nasralla, un 3.90% de otros, un 10.7% que No Sabe o No Responde y un 26.7% que dice que por ninguno.
Estos datos nos llevan a comprender qué si hoy se convocara a elecciones generales, las fuerzas políticas entrarían así al proceso:
Si Eduardo Maldonado se convirtiera en el candidato del Partido Liberal y la disidencia de LIBRE (Jorge Cálix, Nelson Ávila y Wilfredo Méndez) salieran de LIBRE el escenario de entrada al proceso electoral sería el siguiente:
El promedio de votos válidos de los últimos 3 procesos electorales publicados por el Consejo Nacional Electoral ha sido de 3,306,034 electores.
Eso nos lleva a suponer que la participación en la elección del 2025 será similar a la del 2021. Si únicamente tomamos los votos válidos del proceso general del 2021 el peso en votos a marzo de 2024 de los partidos y fuerzas políticas estudiadas en esa encuesta es la siguiente:
Debido al hecho que cerca de un 1,126,852 personas, equivalente a un 33.56% de los electores que votaron en la elección anterior, no tienen preferencia o no la revelan, las alianzas entre partidos y figuras políticas serán necesarias en el próximo proceso electoral.
Hasta hoy ningún partido político ha podido ganar con menos del 36.89% de la votación, este fue el caso del Partido Nacional en la elección del 2013 que obtuvo el equivalente a 1,149,302 votos. Obtener arriba de ese porcentaje debe ser la meta de todo partido político no sólo para ganar el siguiente proceso comicial si no que, además, poder garantizar algo aún más importante para el país, el que pueda gobernar durante los siguientes 4 años.
Las posibles alianzas el día de hoy son las siguientes:
En todos estos escenarios LIBRE pierde el poder o lo retiene compartiéndolo con otras fuerzas políticas. En ningún escenario LIBRE gana sin alianzas. Por el nivel de rechazo al gobierno, solamente el 15.4% de los encuestados dice que el mismo es bueno o muy bueno, será más difícil para LIBRE que otras fuerzas puedan llegar a acuerdos electorales con ellos.
El Partido Nacional pareciera partir con ventaja en esa carrera, pero sin alianzas únicamente podría competir en un escenario donde LIBRE entre al proceso electoral sin alianzas con otras fuerzas. En ese escenario, la competencia natural para el Partido Nacional sería una alianza entre el Partido Liberal con Eduardo Maldonado y Salvador Nasralla.
Sin embargo, si aplicamos un margen de error a la encuesta de más o menos 3%, esa alianza del Partido Liberal con Maldonado y Salvador Nasralla estaría técnicamente empatada con el Partido Nacional. Lo lógico de esperar es que la disidencia de LIBRE y los independientes que rechazan al Partido Nacional voten por la alianza entre el Partido Liberal con Maldonado y Nasralla.
Por otro lado, uno de los factores que hoy no es posible medir, es el rechazo que Ana García de Hernández -por ser la esposa de Juan Orlando Hernández- puede generar entre los que no son nacionalista.
Esto puede llegar a ser un obstáculo importante para que el Partido Nacional viabilice alguna de esas posibles alianzas. También es interesante el hecho que hoy Ana García de Hernández (6.5%) esta arriba de la candidata oficial de LIBRE Rixi Moncada (5.5%).
El Partido Liberal por sí mismo es imposible que gane. Le toca compartir el poder con cualquiera de las otras fuerzas políticas, presidiendo o siendo parte de una alianza ganadora.
Nasralla está en la misma situación que el Partido Liberal, con una desventaja adicional: siempre pierde el control de los diputados y funcionarios públicos que promociona. La lealtad de la gente cercana a él cuando llega a los cargos públicos es inexistente. Hasta hoy simplemente ha sido un vehículo para llevar a otros al poder.
A 20 meses de las elecciones, con aproximadamente 1,100,000 votantes sin expresar por qué fuerza política votarán, es imposible atreverse a suponer quién ganará las elecciones. Sin embargo, esa encuesta nos brinda una idea de cuál es la fortaleza de los diferentes actores en este momento.
