Mujeres hondureñas son las más pobres de América Latina, según índice de feminidad de pobreza de la CEPAL

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Tegucigalpa – Honduras encabeza un triste listado en América Latina: las mujeres hondureñas son las más afectadas por la pobreza, según el Índice de Feminidad de la Pobreza de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este indicador mide cómo la falta de recursos económicos afecta de manera desproporcionada a las mujeres en comparación con los hombres.

Honduras, junto con Guatemala y Nicaragua, ocupa los niveles más bajos del índice, reflejando una preocupante realidad en Centroamérica. En contraste, países como Uruguay, República Dominicana y Chile tienen los índices más altos, lo que indica una menor brecha de género en términos de pobreza.

El informe de la CEPAL subraya que factores como el género, la edad, la condición étnico-racial y la zona de residencia son claves en la perpetuación de desigualdades en la región. En 2023, la pobreza monetaria afectó más a las mujeres de 20 a 59 años que a los hombres en el mismo grupo etario, una tendencia observada en toda América Latina.

Mientras la pobreza entre los hombres de este grupo disminuyó 3.1 puntos porcentuales entre 2014 y 2023, entre las mujeres solo bajó 2.0 puntos. En Honduras, la brecha de pobreza de género se profundizó, incrementando el Índice de Feminidad de la Pobreza de 113 a 121.

Trabajo no remunerado, el peso de la desigualdad

El informe también destaca que las mujeres en América Latina dedican casi el triple de tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en comparación con los hombres. Esta carga limita su participación en el mercado laboral remunerado, reduciendo sus ingresos presentes y afectando sus perspectivas económicas futuras.

La CEPAL señala que esta situación es especialmente crítica en países con políticas de cuidado débiles o inexistentes, como Honduras.

Un llamado a la acción

El informe concluye que, a pesar de los momentos de crecimiento económico en la región, las mujeres enfrentan desventajas estructurales que perpetúan la feminización de la pobreza. Este escenario requiere una respuesta contundente por parte de los gobiernos, enfocada en políticas de equidad de género, acceso a oportunidades laborales y fortalecimiento de sistemas de cuidado.

Honduras, además de liderar este índice, también ocupa los primeros lugares en feminicidios, según datos de la CEPAL, lo que evidencia una compleja problemática que exige atención inmediata.