Washington.- El exgobernador de Nuevo México de origen hispano Bill Richardson, quien fue embajador de Estados Unidos ante la ONU y secretario de Energía bajo la Presidencia de Bill Clinton, falleció a los 75 años en su domicilio, informó este sábado el Centro Richardson en un comunicado.
«Vivió toda su vida al servicio de los demás, incluido su tiempo en el gobierno y su carrera posterior ayudando a liberar a personas tomadas como rehenes o detenidas injustamente en el extranjero», apuntó Mickey Bergman, vicepresidente del Centro Richardson, en un comunicado.
Richardson murió mientras dormía en su casa de verano en Massachusetts, detallaron medios estadounidenses como la CNN. El demócrata dedicó su carrera pospolítica a trabajar para liberar a los estadounidenses detenidos en el extranjero.
Nacido el 15 de noviembre de 1947 en California y de madre mexicana, a lo largo de su carrera Richardson intercedió para la liberación de rehenes y prisioneros en lugares como Corea del Norte, Irak, Cuba, Rusia y Sudán.
Su nombre apareció en varias ocasiones entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz. Hace solo unos días se conoció que este año nuevamente fue nominado, esta vez por cuatro senadores demócratas, Bob Menéndez, Joe Manchin, Martin Heinrich y Ben Ray Luján.
«No hace falta decir que me siento honrado por esta nominación a un premio prestigioso, sabiendo que es una posibilidad remota», apuntó el pasado día 25 Richardson al diario The Hill.
Su nominación estuvo respaldada por 14 cartas de exrehenes y sus familias, elogiando su papel en su liberación.
«No había ninguna persona con la que el gobernador Richardson no hablara si eso contuviera la promesa de devolverle la libertad a una persona», agregó el comunicado publicado hoy por el Centro Richardson para el compromiso Global, creado con la misión de participar en la resolución de conflictos y la liberación de prisioneros.
Richardson nació en Pasadena, California, aunque creció en el barrio de Coyoacán de la capital mexicana ya que su padre, un ejecutivo bancario de ascendencia angloamericana y mexicana, estaba destinado allí. Su madre era mexicana de origen español.
Siendo niño lo enviaron a estudiar a Estados Unidos y más tarde se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts en 1970.
Desde muy joven comenzó su carrera política, trabajando para un congresista republicano. Trabajó también en sus primeros años en el Departamento de Estado de Henry Kissinger durante la administración de Richard Nixon (1969-1974).
En 1982 fue elegido congresista de la Cámara de Representantes por Nuevo México. Pasó 14 años en el Congreso, donde conoció a Bill Clinton (1993-2001) y comenzó a involucrarse, de manera circunstancial, en las negociaciones para liberar rehenes.
Fue en 1994 cuando Clinton le pidió que participara en la liberación de dos pilotos estadounidenses cuyo helicóptero fue derribado en el espacio aéreo de Corea del Norte, ya que Richardson casualmente se encontraba de visita en el país.
En 1997, Clinton lo nombró embajador de Estados Unidos ante la ONU (1997-1998) y, un año después, fue elegido secretario de Energía hasta el final del segundo mandato del presidente demócrata. Fue el político hispano que más alto llegó en aquellos años.
En aquella época participó también en varias misiones de política exterior, entre ellas una negociación en Bagdag con Sadam Huseín para asegurar la liberación de dos trabajadores aeroespaciales estadounidenses que habían sido capturados por los iraquíes.
Tras el fin del gobierno de Clinton, en 2002, Richardson se convirtió en el único gobernador hispano de EE.UU. en ese entonces y el quinto en la historia de Nuevo México, el estado con mayor porcentaje de población latina del país.
Fue gobernador durante dos mandatos y en 2008 buscó la candidatura demócrata a la Presidencia, pero la abandonó después de las primarias de Iowa y New Hampshire.
Entre las últimas tareas que realizó, Richardson actuó como mediador en varios intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, entre ellos la baloncestista Brittney Griner y el estudiante estadounidense Trevor Reed, a finales del año pasado.
Casado con su amiga de la infancia Barbara Flavin, con quien tuvo una hija, es también autor de tres libros, entre ellos «How to Sweet-Talk a Shark: Strategies and Stories from a Master Negotiator», y era frecuente su participación como comentarista en distintos canales de televisión como CNN o Fox News.
Además del Centro Richardson para el Compromiso Global, Richardson creó la Fundación para Preservar la Vida Silvestre de Nuevo México, con el actor Robert Redford, para proteger a los caballos salvajes. EFE