Tegucigalpa – Los hondureños deben ser más sensibles a las apremiantes necesidades que este año están surgiendo en el país por causa de la sequía, reflexionó el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, en su homilía de la celebración de la solemnidad de Corpus Christi.
En el mensaje monseñor Nácher, leído por el padre David Morales, recordó que si bien en Honduras, afortunadamente, no conocemos los desiertos, señaló que, si hay esa gran franja de tierras con escasez de lluvias para las cosechas, el denominado “corredor seco”.
“Adaptando el lenguaje, diríamos que la Eucaristía viene a sostenernos en “el corredor seco” (desierto) de nuestras prisas y egoísmos”, expresó el pastor de la Iglesia católica en Tegucigalpa, desde la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel.
En el mensaje a la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, Monseñor Nátcher también agradeció a los delegados de la palabra porque durante más de 50 años, han alimentado al pueblo fiel con la Palabra de Dios.
“En Honduras, donde aún existen tantas aldeas y caseríos sin misa dominical, los celebradores o Delegados de la Palabra, durante más de 50 años, han alimentado al pueblo fiel con la Palabra de Dios, la cual, proclamada y escuchada con fe, nutre de manera eficaz”, dijo.
En ese sentido, agregó que esto es motivo de sincero agradecimiento al Señor, que no abandona a sus hijos e hijas, sino que los alimenta. “Todos, sabemos que la celebración de la Palabra no suple a la celebración eucarística, antes bien, la celebración comunitaria de la Palabra, que en tantas aldeas se celebra, se realiza en sintonía y comunión con la Santa Misa dominical que cada Párroco celebra “por todo el pueblo a él encomendado” en su parroquia, y en comunión con el Obispo”.
