Tildan de positiva una campaña en Nicaragua para liberar a «presos políticos»

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EFE

Managua – Los familiares de los opositores que se encuentran detenidos en el marco de la crisis social y política que vive Nicaragua desde abril de 2018 calificaron este jueves de positiva la campaña denominada «Navidad sin presos políticos», que lanzaron el pasado primero de diciembre.

«»Hacemos una análisis positivo en el sentido de que toda Nicaragua, todas las fuerzas opositoras, estamos creando una sinergia en función de la liberación de los presos», dijo a Efe la representante de la Organización de Víctimas de Abril (OVA), Grethel Gómez.

Gómez destacó que ha habido un clamor a favor de la liberación de los opositores encarcelados y que se han unido diversas voces hasta convertirse en la principal demanda hacia el Gobierno del presidente Daniel Ortega este diciembre.

Pese a esa presión, reconoció, el Gobierno nicaragüense aún no ha liberado a ninguno de los 120 denominados «presos políticos».

Desde el levantamiento popular de abril de 2018 contra Ortega, miles de opositores nicaragüenses han pasado por las cárceles de Nicaragua tras ser señalados, por el Ejecutivo, como «terroristas», «golpistas» o «delincuentes», según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, de los cuales al menos 110 permanecen encerrados, a quienes se suman otros 10 capturados antes de esa fecha.

Mientras el presidente Ortega hace caso omiso, la campaña ha despertado el interés de diversos grupos opositores, organizaciones defensoras de los derechos humanos, líderes de la disidencia y ciudadanos anónimos, que han coincidido en demandar de forma constante la «liberación de los presos políticos», según la OVA.

MÁS SENSIBILIDAD, PERO SIN RESULTADOS

«Hay más sensibilidad, sin embargo hay menos oportunidades de manifestarlo (en público), pero en privado, como organizaciones, además, cada intervención de cualquier político, cualquier simpatizante de la oposición, lo primero que se pide es la liberación de los presos políticos», señaló Gómez.

Para el tío del reo Jaime Navarrete, Rodrigo Navarrete, el lado negativo de la campaña es que «hasta hoy no ha habido ningún indicio, ninguna voluntad por parte del Gobierno, de ceder a la presión internacional ni nacional, más bien incrementa las capturas, los asedios».

Según Navarrete, las casas de los familiares de «presos políticos» son asediadas de forma constante por la Policía, y durante las visitas, las madres y otros parientes son «sometidos a presión», supuestamente para que no denuncien las condiciones en prisión.

«Se nos está diciendo que no hablemos de las condiciones en que ellos se encuentran, de los atropellos que ahí están sufriendo, les violan los derechos fundamentales, como la salud, la seguridad, y garantizarles sobre todo la vida dentro de esas cárceles, los altos funcionarios del Sistema Penitenciario te salen al paso y te dicen que, si seguís levantando tu voz, ellos van a tomar las medidas correspondientes», sostuvo Navarrete.

«Ese encarcelamiento es un delito de lesa humanidad (…) el pueblo nicaragüense cada día tiene mucha más conciencia de la injusticia que se comete con los presos políticos», agregó Gómez, quien afirmó que los familiares de «presos políticos» con «obligados» a firmar documentos en los que niegan las malas condiciones en los calabozos.

DEMANDAN UNIDAD ANTE ORTEGA

«Están a la merced de una cantidad de arbitrariedades que según los derechos humanos internacionales son violatorios a nuestra propia identidad como seres humanos», destacó Gómez.

Los miembros de la OVA llamaron a los nicaragüenses a que no dejen solos a sus familiares.

Navarrete pidió a las diferentes fuerzas opositoras «que se unan» para enfrentar a Ortega, y que las «acciones intimidatorias del régimen no nos van a detener, vamos a seguir adelante hasta que logremos la liberación definitiva del último preso político».

La situación de los opositores encarcelados se enmarca en una profunda crisis sociopolítica, que no se observaba desde 1980 a 1990, la primera vez que Ortega fue presidente. EFE