Tegucigalpa – “No tengo más que lamentar haber perdido a mi hijo, no hay nada que me pueda devolver a mi hijo”, dijo el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) tras conocer la muerte de Erick David Macías Rodríguez, uno de los asesinos de su hijo Said Lobo, junto a otros tres jóvenes el 14 de julio de 2022.
El exmandatario hondureño expresó que su familia ha tenido que vivir con el dolor de la muerte de su hijo y aprender a superarlo poco a poco. “Sólo nos queda superar la muerte porque eso duele”, añadió.
Macías Rodríguez, quien ya cumplía una condena por la masacre en la que murieron Said Omar Lobo Bonilla, José Salomón Vásquez Chávez (sobrino del diputado Walter Chávez), Norlan Enrique Rivera Rodríguez (motorista de Said Lobo) y Luis Armando Zelaya Rivera (sobrino político de Romeo Vásquez), fue encontrado muerto en su celda.
Según un comunicado de las autoridades penitenciarias, Macías se habría quitado la vida, un hecho que debe ser investigado por las autoridades de medicina forense.
Lobo Sosa mencionó que no conocía personalmente a Macías Rodríguez y que nunca asistió a alguna audiencia de los presuntos responsables. “Ya días estoy pendiente de visitar la DPI para ver qué más nos pueden brindar sobre la investigación y no he ido porque al final no hay nada que nos pueda devolver a nuestro hijo”, declaró el exgobernante.
La audiencia de determinación de la pena para Macías y los otros dos condenados por la masacre estaba programada para el 6 de junio a las 1:30 de la tarde, en la que las partes procesales solicitarían la imposición de las penas correspondientes.
El expresidente concluyó reafirmando el profundo dolor y vacío que la pérdida de su hijo ha dejado en su vida y la de su familia.
