Tegucigalpa.- En un emotivo discurso frente a las bases del Partido Libertad y Refundación (Libre), la presidenta Xiomara Castro instó a la junta directiva del Congreso Nacional a aprobar el proyecto de la Ley de Justicia Tributaria este año. La mandataria hondureña hizo esta petición durante la celebración de los dos años de su gestión en la marcha de Libre, donde también ratificó a Rixi Moncada como precandidato del oficialismo, compartiendo la nominación con Jorge Cálix, Rasel Tomé y Nelson Ávila.
«Tenemos que mantenernos movilizados, este año debemos apoyar a la junta directiva del Congreso Nacional y les solicito aprobar el proyecto de la Ley de Justicia Tributaria», declaró la presidenta Castro, enfocándose en la importancia de esta legislación para el país.
La líder hondureña aprovechó la ocasión para agradecer a quienes resistieron la destitución de su pareja, Manuel Zelaya Rosales, y anunció que su gobierno otorgará condecoraciones a aquellos que se opusieron a este episodio histórico.
En el ámbito electoral, Xiomara Castro reconoció a Rixi Moncada, exministra de Finanzas, y a los diputados Rasel Tomé y Jorge Cálix, así como al economista Nelson Ávila, como los precandidatos presidenciales de Libre. Instó a las bases del partido a mantenerse movilizadas para defender el triunfo en las elecciones generales de 2021 y abogó por un proceso electoral libre y transparente en 2025.
La presidenta también denunció el bombardeo en contra de Palestina en la Franja de Gaza, calificándolo como terrorismo. «Condenamos toda fuerza de terrorismo, el más repugnante terrorismo es el que practica un Estado contra su población civil», enfatizó, resaltando su compromiso con la paz y la justicia a nivel internacional.
En cuanto a su gobierno, Xiomara Castro defendió el cumplimiento fiel del plan de refundación del país, destacando logros como el aumento del presupuesto en todos los sectores sociales sin aumentar impuestos a la población y la reducción de la pobreza. Asimismo, hizo hincapié en la lucha contra la corrupción y abogó por un cambio en el discurso económico y político, rechazando el «capitalismo salvaje y depredador».
Finalmente, la presidenta hondureña instó a América Latina y el Caribe a asumir un papel de fuerza de cambio en la historia y rechazó cualquier bloqueo, sanción o injerencia imperial en contra de la población, proclamando la región como una «zona de paz».
