Tegucigalpa.- El expresidente hondureño, Porfirio Lobo Sosa, externó que disfruta el hecho que el pasado fin de semana una delegación de EEUU visitó a personeros de gobierno, pero un día después les quitan la visa por los hechos que derivaron en el nombramiento de autoridades interinas en el Ministerio Público.
Lobo se presentó este miércoles a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para comparecer como imputado en el caso Pandora II y dijo que él tramitó recursos sin tener responsabilidad sobre qué hicieron los funcionarios con estos fondos. El juez que conoce la causa dictó medidas sustitutivas a prisión para los seis imputados en este expediente.
El exmandatario nacionalista dijo entre gozo que “los gringos son cosa seria, mandan una delegación el fin de semana, se reúnen con ellos y todos felices, pero un día después les quitan la visa a muchos de ellos”.
“Me dan ganas de reír y es malo, pero hay que gozarlo también”, dijo a periodistas que lo abordaron en las instalaciones de la CSJ.
Auguró que dentro de dos años y un poquito más “serán otros a los que se tienen que llevar”.
Porfirio Lobo reveló que al fiscal Luis Javier Santos, se le salió la saya (prenda femenina de vestir) al pedirle al juez que ordenara que él no se refiriera en declaraciones públicas al titular de UFERCO.
Agregó que durante el debate el fiscal Santos le entregó al juez un CD con sus declaraciones a periodistas en las que lo llamaba delincuente. “Imagínense, callarme a mí”, se gozó.
Expresó que Luisito -se refiere al fiscal Santos- estaba acostumbrado a los jueces que había cuando aquí estaba la MACCIH, que todo les permitían.
“No le gusta que le diga delincuente, pero los que violentan la ley cómo se llaman”, preguntó a periodistas que lo abordaban.
Acentuó que el fiscal Santos sigue órdenes de Mel Zelaya y el actual presidente del CN, Luis Redondo.
Defendió que su esposa -Rosa Elena Bonilla- está ilegalmente detenida y hubo doble juzgamiento en su caso. “La maldad de estos es inconmensurable, hubiera preferido que me juzgaran a mí y no a mi esposa, si ella hubiera estado en casa quizás no hubiera perdido a mi hijo”, reflexionó.
Concluyó afirmando que no se aguanta al actual gobierno y que espera que la CSJ no se debe contaminar como sucedió en el pasado.
