Piden eliminar las cárceles de máxima seguridad en el país y enviar a cada pandilla a un recinto diferente

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Tegucigalpa.- El presidente del Comité de los Derechos Humanos de Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, expresó este miércoles su punto de vista tras el anuncio del gobierno ayer de un “desarme real” en las cárceles del país para combatir el crimen organizado.

“La situación de los centros penales no es un alivio sino una papa caliente ya que es un sector muy vulnerable que hay que saberlo manejar”, comenzó diciendo a Radio América.

En su opinión el plan de ordenamiento contra la criminalidad no debe ser parte de experimentos sino de acciones encaminadas a la protección de la seguridad y la vida.

A criterio del titular del CODEH la temática penitenciaria debe ir dentro del marco del respeto a los derechos humanos.

Tras analizar la propuesta de la viceministra de Seguridad, la doctora Julissa Villanueva y su equipo de trabajo, el organismo defensor hizo a las autoridades una serie de sugerencias.

“Proponemos que se cree nuevamente la Ley de Rehabilitación del Privado de Libertad para que cuando recobren su libertad sean personas de bien a la sociedad y su familia”, dijo.

Asimismo señaló estar a favor de la figura del indulto el cual considera es más que necesario en la nación centroamericana “ya sea con el grillete o brazalete”, agregó.

El tercer punto, indicó, buscaría reducir la violencia y criminalidad a nivel de centros penales dividiendo a los grupos por cárceles.

En ese sentido mencionó que en la reubicación los miembros de una misma pandilla estén concentrados en una cárcel y otro grupo en un recinto distinto.

Los denominados “paisas”, por su parte, estimó, podrían estar recluidos todos en una sola cárcel del país y pasar a convertir los centros de máxima seguridad en recintos generales.

“Con esto se podría terminar el negocio de la violencia, así como el de la venta y tráfico de drogas y armas”, externó.

La propuesta de desaparecer los presidios de máxima seguridad, explicó, se debe a que los mismos han generado en los últimos años el 70% de las muertes violentas.

“Ese tipo de cárceles, de máxima seguridad lo único que tienen son los muros y las bartolinas, porque en la realidad los mayores disturbios con saldo trágicos se han dado en esos lugares”, dijo.

En cuanto al recurso humano en los centros penales, señaló estar de acuerdo con la subsecretaria de seguridad, para que estos cuenten con personal de idoneidad y depurado bajo pruebas de confianza.

Entre las iniciativas anunciadas figura un bloqueo total de la señal telefónica para que los reos no puedan hacer o recibir llamadas desde el interior de las cárceles y un desarme a través de registros manuales y electrónicos permanentes en el sistema.