Pedro Barquero: «Los capitales se están ahuyentando del país y el Gobierno hace oídos sordos»

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Tegucigalpa.- El exministro de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, expresó este viernes que la situación económica del país es grave, pero el Gobierno sigue sin escuchar a los trabajadores y al sector privado y más bien hay un ataque permanente que crea incertidumbre y provoca la fuga de capitales.

El exfuncionario reconoció que la situación actual del país no se debe solo a factores internos, sino que también influyen factores externos, no obstante, se debe dar énfasis a lo interno, y concentrarse en estos.

Señaló que lo principal que está haciendo daño son esos mensajes equivocados que salen de funcionarios públicos donde permanentemente se ataca al sector privado, a la sociedad civil y a diferentes actores del diario vivir de Honduras.

“Hay campañas de odio montadas en contra de los empresarios en contra de la inversión y eso obviamente ha provocado que los capitales salgan del país, hoy por hoy el primer trimestre de este año tuvimos una reducción de casi 40 % en inversión extranjera directa”, anotó.

Atribuyó esa fuga de capitales y reducción de la inversión en gran parte a esa “campaña de odio en contra de los empresarios, la polarización que está orquestada desde el Gobierno de la República”.

Añadió que esa falta de respeto hacia los inversionistas y la división que está generando en el pueblo hondureño, y eso es lo que genera es obviamente una fuerte desconfianza por parte de los empresarios y lo que hacen es que llevan sus capitales a otros países.

Remató que el Gobierno no tiene políticas públicas bien diseñadas y las pocas que han implementado son malas políticas públicas, por falta de un análisis correcto de una evaluación del costo beneficio y al final de cuentas se tiran al agua sin hacer los cálculos y entonces esas políticas traen como consecuencia repercusiones negativas.

Señaló que entre esas consecuencias hoy ya hay una pérdida solo en San Pedro Sula y alrededores de la industria de la maquila de 30,000 puestos de trabajo.

 Ante la grave situación el Gobierno debería escuchar a los trabajadores y el sector privado que están pidiendo sentarse para buscar soluciones, recomendó.