Nueva York no prevé una cuarentena pese a la subida de casos de coronavirus

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Nueva York.- Nueva York no tiene por ahora planes de imponer una cuarentena en ninguna de sus ciudades a pesar del aumento de los casos de coronavirus en este estado, que alcanzan ya los 1.374 positivos, 432 más que el día anterior, dijo este martes el gobernador Andrew Cuomo.

El gobernador quiso salir al paso de los rumores que hablan de una cuarentena en la Gran Manzana, donde ya se ha decretado el cierre de las escuelas públicas, teatros, cines, bares o restaurantes, que únicamente pueden servir comida para llevar.

«Oímos que la ciudad de Nueva York se va a poner en cuarentena. Eso no es cierto», dijo Cuomo en una conferencia de prensa, en la que recordó que una medida de ese tipo tiene que ser aprobada por su Gobierno y no puede ser impuesta por los ayuntamientos.

«No tenemos ningún interés, ni ningún plan, para poner en cuarentena ninguna ciudad», insistió.

Sus palabras llegan después de que algunos políticos locales, incluido el presidente del Concejo Municipal de la ciudad de Nueva York, Corey Johnson, pidieran una medida de ese tipo, en línea con la que ha tomado en el área de San Francisco, donde se ha impuesto el confinamiento en sus casas para los residentes de la zona.

Este martes, en una entrevista en CNN, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, había dicho que se está «considerando» la posibilidad de ordenar a los ciudadanos permanecer en sus hogares.

Cuomo insistió en que no habrá ninguna medida de este tipo que se aplique a ciudades por separado, dado que no sería efectiva, pues mucha gente optaría por desplazarse a otras localidades de la región antes de su entrada en vigor, lo que sería contraproducente.

Según recalcó, «hay muchos pasos» a tomar antes de imponer una cuarentena, sobre todo acciones para limitar la «densidad» en muchos lugares.

RESTRICCIONES ADICIONALES

En ese sentido, el gobernador aseguró que es probable que próximamente haya «cierres más dramáticos», empezando por negocios no esenciales, tal y como se ha hecho en otros países.

El objetivo, explicó, es siempre ralentizar el ritmo de contagios para que el sistema sanitario no se vea desbordado. Al ritmo actual, advirtió, Nueva York no tendría suficientes plazas hospitalarias, sobre todo en unidades de cuidados intensivos cuando llegue lo peor de la crisis.

Según Cuomo, hay proyecciones que apuntan a que el «pico» de la enfermedad en Nueva York llegará en 45 días y que, en ese momento, podrían necesitarse entre 55.000 y 110.000 camas en hospitales, cuando el estado dispone en total de unas 53.000, y entre 18.600 y 37.200 plazas en cuidados intensivos, frente a las 3.000 que hay.

Por ello, el Gobierno está movilizándose para poner en marcha más hospitales adaptando otros edificios para ello, reclutando más personal en escuelas de medicina y pidiendo a médicos y enfermeros retirados que se pongan a disposición.

Cuomo volvió a pedir además ayuda a la Administración federal y tendió la mano al presidente, Donald Trump, para cooperar a pesar de los ataques que han intercambiado en Twitter durante los últimos días.

SUBEN LOS CASOS

El número de casos confirmados alcanza ahora mismo los 1.374, 432 más que 24 horas antes, lo que mantiene a Nueva York como el estado más afectado de Estados Unidos.

Los fallecimientos ascendían hasta este martes a 12, todavía lejos del casi medio centenar registrado en el estado de Washington.

La ciudad de Nueva York, con 644 positivos y una subida de 187 con respecto al día anterior, es la zona más afectada, seguida del condado de Westchester, a sus afueras, donde 157 nuevos casos elevaron el total a 380. EFE