Un insólito caso de violencia doméstica dejó atónitos a médicos y pacientes de la clínica Copeco en el barrio Inglés, luego de que un joven de 27 años llegara con una grave mordida en la mano, propinada nada más y nada menos que por su pareja sentimental.
El hecho se registró la noche del miércoles en la residencial Villa Neem, donde según el relato del afectado, todo comenzó cuando regresó tarde a casa tras una jornada laboral extendida. Sin embargo, su esposa dominada por los celos, creyó que él venía de una parranda con amigos y lo esperó furiosa en la habitación.
El ataque no fue menor, la mujer lo mordió con tal fuerza en la mano derecha que le provocó celulitis, una infección peligrosa en los tejidos blandos que, de no tratarse a tiempo, puede tener graves consecuencias.
“El paciente llegó con la mano inflamada. Pensamos que era mordedura de perro, pero nos dijo que fue su esposa quien lo atacó durante una discusión”, explicó el doctor Javier Durón, quien lideró la atención médica en el centro asistencial.
El joven fue atendido de inmediato con antibióticos y curaciones, y ahora se encuentra bajo vigilancia médica para evitar complicaciones mayores. No se ha confirmado si presentó una denuncia formal contra su agresora.
El doctor Durón reconoció que este tipo de casos no son frecuentes en la clínica: “Es atípico, no solemos ver mordeduras humanas. Nos sorprendió”.
Este caso reabre el debate sobre la violencia doméstica ejercida hacia los hombres, una realidad muchas veces silenciada. “Uno se acostumbra a escuchar sobre violencia del hombre hacia la mujer. Cuando ocurre al revés, llama la atención porque es muy raro que se reporte”, concluyó el médico.
