Tegucigalpa.- En un encendido intercambio en la red social X, Marlon Ochoa, recientemente electo como funcionario del órgano electoral, y el diputado y precandidato presidencial Jorge Cálix, se enzarzaron en un agrio debate el pasado domingo. La confrontación escaló rápidamente cuando Ochoa calificó a Cálix de «aliado de la dictadura», desatando una rápida respuesta del político que lo instó a abandonar su papel de «burdo activista».
El conflicto surgió a raíz de unas declaraciones de Cálix en un foro televisivo, donde cuestionó la trayectoria de algunos funcionarios actuales, insinuando que muchos de ellos no habían tenido experiencia laboral previa fuera del ámbito político. En respuesta, Ochoa, exministro de Finanzas y recién nombrado consejero del CNE, acusó a Cálix de complicidad con regímenes dictatoriales y de representar intereses oligárquicos.
La réplica de Cálix no se hizo esperar, defendiendo su derecho a aspirar a la presidencia y cuestionando la imparcialidad de Ochoa, recordándole su nuevo rol como consejero electoral. Cálix además instó a Ochoa a revisar sus valores democráticos y a abstenerse de actuar como un activista, recordándole las implicaciones legales de sus acciones.
El intercambio también incluyó acusaciones sobre supuestos acuerdos políticos bajo la mesa y alianzas cuestionables con partidos políticos. Cálix concluyó su respuesta destacando las contradicciones de Ochoa y su supuesta cercanía con ciertos sectores políticos.
El enfrentamiento en redes sociales ha generado una creciente tensión entre ambos bandos políticos, especialmente en el contexto de la proximidad de las elecciones presidenciales, donde Rixi Moncada, candidata del oficialismo, figura como una de las principales contendientes.
