Tegucigalpa.- Los “pichingos” para quemar las penas del año viejo se elaboran tradicionalmente en todos los rincones de barrios y colonias en el país para ser incinerados a la medianoche.
Con mucha creatividad los ‘catrachos’ elaboran variedades de monigotes para ser quemados en punto de las 12:00 de la noche cuando el reloj y el calendario marcan la entrada de un nuevo año.
Este es el caso de un ciudadano del populoso barrio Cabañas de San Pedro Sula que elabora monigotes de “año viejo” desde hace 16 años en un pequeño taller artesanal de reparación de muebles.
En esta ocasión don Adolfo Sarmiento cuenta con reconocidas figuras del ámbito político.
Además de ello se ha dado a la tarea de fabricar figuras con la imagen del covid-19, patógeno que ha cobrado desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, alrededor de 10 mil 400 hondureños.
Los tradicionales muñecos de don Adolfo son encargados y comprados por varios sampedranos en el norte del país, en la 12 calle, entre la 13 y 14 avenida de dicho sector.
Los monigotes o “años viejos” son la creación del pueblo y algunos toman venganza de lo que quisieran en la vida real.
En ese sentido manifestó que la tradición se mantiene pese al paso de los años y la ciudadanía siempre le busca para comprarle a fin de divertirse cada 31 de diciembre.
“Este año el más buscado ha sido Juan Orlando, Nayib Bukele, Armando Calidonio y Mel Zelaya”, comentó.
Detalló que esta temporada ha vendido más de 150 monigotes con la representación del mandatario Juan Orlando Hernández.
“Desde el año pasado que comenzó la enfermedad me han pedido la cabeza del virus y este también”, dijo.
Los precios de las figuras andan en alrededor de los 700 lempiras cuando son personalizados y 500 los de imagen tradicional.
El país va a cerrar el 2021 con 10,434 muertes confirmadas quedando 697 casos de fallecidos por sospecha de esta enfermedad. De igual manera, este año Honduras cierra con 379 mil 748 mil casos positivos por PCR.
