La Iglesia Católica de Honduras aboga por las mujeres y migrantes en la solemne misa a la Virgen de Suyapa en su 277 aniversario

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Tegucigalpa.- La Iglesia Católica de Honduras se unió en una emotiva misa solemne para conmemorar el 277 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de Suyapa. La celebración, presidida por el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher Tatay, contó con la participación de los obispos de Honduras y destacadas autoridades de los tres poderes del Estado.

Durante la ceremonia, el arzobispo reflexionó sobre la modestia de la pequeña imagen de la Virgen, que mide apenas 6.5 centímetros, contrastada con la grandeza de su corazón al manifestarse a Honduras bajo la advocación de María de Suyapa.

En un emotivo mensaje, el líder religioso solicitó a la Virgen de Suyapa que interceda por las mujeres hondureñas, en especial aquellas que, con amor, han optado por la vida, afrontando desafíos y adversidades. Nácher Tatay expresó su preocupación por las mujeres que aún sufren violencia e indiferencia en el país.

«Mirad con misericordia, Virgen de Suyapa, a esas madres valientes que día a día sacan adelante a sus hijos, incluso entre incomprensiones y abandono», imploró el arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras.

En otro llamado apasionado, el líder religioso también dirigió sus oraciones a las madres que, en su búsqueda de mejores condiciones para sus hijos, se vieron obligadas a emigrar. El arzobispo pidió a la Virgen de Suyapa que brinde consuelo y apoyo a estas valientes mujeres.

En el contexto migratorio, el religioso clamó por todos los migrantes hondureños que, buscando oportunidades mejores, han tenido que abandonar su tierra natal. Lamentó las dificultades que enfrentan y solicitó la protección divina para aquellos que buscan un futuro más esperanzador.

Al concluir los ritos religiosos, el arzobispo de Tegucigalpa expresó su agradecimiento a todos los peregrinos que participaron en la celebración, destacando que todas las actividades se llevaron a cabo de manera exitosa en la casa de la madre, la Virgen de Suyapa.