Tegucigalpa.- Según documento conocido en las últimas horas, el juez del Distrito de Florida, Gregg Jerald, ordenó citar al expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández (JOH) y su esposa, Ana Gargía de Hernández, para que respondan ante los tribunales por una acusación de conspiración para asesinar al rabino Jorge Bar-Levy, presentada por este ciudadano.
En el texto se establece que la pareja se debe presentar el próximo 16 de octubre del presente año a las 9:00 de la mañana.
El rabino explicó que hubo una serie de incidentes entre la pareja y los abogados que él les había conseguido. De acuerdo a su relato, la familia Hernández no le había pagado los honorarios a la defensa de Juan Orlando Hernández. Cuando el rabino denunció la situación, empezaron las diferencias y fue entonces cuando habrían conspirado en su contra.
«Se confabuló gente del Partido Nacional para ordenar mi asesinato. La gente de la señora (Ana García) y los fieles a Juan Orlando Hernández contrataron gente en Colombia (para) que salieron a buscarme», dijo Bar-Levy a este medio de comunicación.
El rabino contó que Ana García y los integrantes del Partido Nacional contrataron colombianos para buscarlo en República Dominicana y Haití, pero no pudieron llevar a cabo su plan porque «no sabían dónde estaba».
En su momento el rabino informó que un testigo que ya es del conocimiento del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), lo puso al tanto de que algunos nueve miembros del Partido Nacional y un presunto líder de una estructura criminal sostuvieron una reunión donde se reveló que lo están buscando.
Tras conocer el hecho, Bar-Levy se presentó ante la Policía de Ocala, Florida, Estados Unidos, y el FBI para presentar la denuncia contra la exprimera dama.
«Yo busco que me dejen en paz, porque todo comenzó por una deuda hacia Daniel Pérez. Yo lo que necesito es que me dejen en paz y que le paguen su dinero a Daniel. Si ella tiene algo contra mí que venga y la presente, que mande un abogado y se lo diga al juez. Y si yo la estoy amenazando a ella, que haga lo mismo que hice yo. No es posible que estemos en el siglo XXI y la gente todavía recurra a la violencia», concluyó.
