JOH actuó en conspiración con algunos de los mayores narcotraficantes del mundo, señala el Departamento de Justicia de EE.UU.

0
467

Tegucigalpa.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado la condena del ciudadano hondureño Juan Orlando Hernández, también conocido como JOH, por cargos relacionados con narcotráfico. Según el comunicado de prensa emitido por la institución, un jurado federal encontró a Hernández culpable de tres cargos, incluyendo delitos de importación de cocaína y posesión de armas.

Hernández, quien ejerció como presidente de Honduras durante dos mandatos y presidió el Congreso Nacional, ha sido señalado como una figura central en una de las conspiraciones más grandes y violentas de narcotráfico en el mundo. El comunicado detalla que Hernández abusó de su cargo y autoridad para facilitar la importación de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, recibiendo a cambio millones de dólares en sobornos vinculados con el narcotráfico.

Las autoridades estadounidenses han destacado que Hernández trabajó en estrecha colaboración con algunas de las organizaciones de narcotráfico más grandes y violentas en Honduras, México y otros lugares, utilizando esos sobornos para consolidar su poder político en Honduras.

El fiscal general Merrick B. Garland ha expresado que Hernández «abusó de su cargo como presidente de Honduras para gestionar el país como un Estado narcotraficante», mientras que la Administración de Control de Drogas (DEA) ha subrayado que este caso envía un mensaje claro de que «nadie está por encima de la ley ni fuera de nuestro alcance».

El comunicado también destaca la participación de otros coconspiradores de Hernández, varios de los cuales ya han sido condenados en relación con esta investigación, incluyendo a su hermano Juan Antonio Hernández Alvarado y a Geovanny Fuentes Ramírez, un traficante de cocaína violento.

En total, Hernández y sus coconspiradores han sido responsables del tráfico de más de 400 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos durante su mandato en el gobierno hondureño.

La sentencia de Hernández está programada para el 26 de junio, y enfrenta una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión, con la posibilidad de condena perpetua. El caso continúa siendo investigado por diversas unidades del Departamento de Justicia y la DEA.

El Departamento de Justicia ha agradecido al Gobierno de Honduras por la extradición de Hernández a Estados Unidos, y ha señalado su compromiso de perseguir a aquellos que se involucren en el tráfico de drogas, independientemente de su estatus o poder político.