Tegucigalpa.- El embajador de Honduras en Corea del Sur, Rodolfo Pastor Fasquelle, ha exigido que Carlos Zelaya aclare su presunta complicidad con el narcotráfico, destacando que el escándalo en torno a Zelaya ha dañado gravemente la imagen del partido LIBRE tanto a nivel nacional como internacional.
En una entrevista con la radio HRN, Fasquelle señaló que el conflicto generado por las evidencias de la implicación de Zelaya con actividades ilícitas ha puesto en evidencia las vulnerabilidades del partido LIBRE, que hasta ahora se había presentado como un bastión de integridad. “El escándalo de Carlos Zelaya ya afectó a LIBRE en su imagen al exterior y también en su interioridad,” afirmó Fasquelle, subrayando que la crisis ha revelado un verdadero conflicto entre miembros del partido que, debido a sus lazos con Zelaya, se resisten a reconocer las críticas y las evidencias.
Fasquelle, quien también es parte del Tribunal de Honor del Partido LIBRE, defendió al expresidente Manuel Zelaya, afirmando que no hay evidencia seria que lo vincule al narcotráfico. “No creo que Mel Zelaya sea cómplice en el narcotráfico,” expresó, desestimando las insinuaciones de que Manuel Zelaya estuviera involucrado en las actividades ilícitas de su hermano Carlos.
El embajador también destacó que la crisis actual ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de depurar al partido de la corrupción, señalando que “no existían personajes de LIBRE públicamente imputados y judicialmente procesados por narcotráfico” antes de este escándalo. Según Fasquelle, esta situación ha demostrado que LIBRE también es vulnerable a la corrupción y al narcotráfico, algo que el partido debe enfrentar y corregir.
Fasquelle también expresó su preocupación por el impacto que la situación ha tenido en la familia Zelaya, reconociendo el sufrimiento personal de Manuel Zelaya, pero insistiendo en que el bienestar de la sociedad debe prevalecer sobre las lealtades familiares. “Es cuestión de escoger entre el bien de la sociedad completa o la protección al pequeño parentesco íntimo,” afirmó, instando a los miembros del partido a mantener la vigilancia y continuar la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.
Finalmente, el embajador criticó la percepción de que el problema del narcotráfico se ha resuelto con la extradición de algunos políticos hondureños, advirtiendo que muchos narcotraficantes y lavadores de dinero siguen operando con impunidad en el país. “No es cierto que en Honduras hayamos recuperado un sistema de justicia eficiente,” concluyó.
Este llamado a la rendición de cuentas y a la depuración del partido refleja una creciente presión interna para abordar y resolver los problemas de corrupción que han surgido en torno a la figura de Carlos Zelaya.
