En prisión, el exjuez Vallecillo reclama un juicio justo y abierto: «Entre estas paredes encontré a Cristo»

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Tegucigalpa.- El exjuez, Marco Vallecillo a través de una carta abierta pidió a familiares, amigos, colegas y sociedad civil en general, que lo acompañen a estar presentes y actuar como observadores del juicio oral y público que se desarrollará en su contra a partir del próximo 22 de septiembre.

Carta abierta.
Septiembre 2025

A mi esposa, hijos, madre y demás familiares; a mis amigos, colegas y docentes universitarios; a mis hermanos en la fe, a mis QQ:. HH:. exalumnos, miembros de la sociedad civil, organismos de derechos humanos, medios de comunicación, asociaciones de estudiantes de Derecho, autoridades del Colegio de Abogados, asociaciones de jueces, comunidad internacional y al pueblo hondureño en general: Desde el lugar donde guardo prisión de manera injusta, les envío un fraternal y respetuoso saludo. Asimismo, les invito a estar presentes y actuar como observadores en el Juicio Oral y Público que se desarrollará en mi contra a partir del 22 de septiembre por suponerme responsable del delito de extorsión en perjuicio de un testigo protegido. Hago esta invitación en virtud de la abismal desigualdad procesal, la saña y la reiterada violación a mis derechos fundamentales por parte del Estamento Judicial.

Declaro y con convicción informo que no tuve ningún grado de participación en el delito que se me imputa. Aclaro además, que si en algún momento acepté responsabilidad penal por un delito que no cometí, fue únicamente porque prefiero una condena que sepultara mi carrera judicial y mis aspiraciones profesionales antes que la tortura de vivir lejos de mi familia y de mi hogar.

Con ustedes como testigos, y con el respeto que siempre he practicado, pido a las autoridades del Poder Judicial que mi proceso se desarrolle en condiciones de igualdad, justicia y completa publicidad, que no existan presiones ni injerencias de ningún tipo.

Ruego ser tratado como un ciudadano más y que se ponga fin al trato perjudicial y sistemático que he recibido debido al cargo que ostentaba.

Hoy ya no soy juez: solo soy un esposo, padre e hijo ausente.

Para los que no me conocen les hago saber que siempre he creído en la justicia, razón por la cual hice de su impartición mi vocación y mi sustento durante nueve años, que serví en nombre del Estado sin sesgos y respetando los derechos de cada imputado que fue puesto a la orden de mi judicatura. Hoy como imputado clamo al Divino Creador que de la misma forma en la que yo apliqué justicia, me sea aplicada, siendo esto con imparcialidad e independencia judicial, esta petición en virtud que desde el día de mi aprehensión se ha puesto en peligro mi vida y mi integridad física y mental y he sido condenado socialmente, mi nombre e imágenes expuesto fueron usados de manera perversa acompañadas con llamados públicos a “que se aplicara todo el peso de la justicia”, vulnerando así derechos inherentes a toda persona entre los cuales figuran la presunción de inocencia, el derecho a la defensa, el debido proceso, el honor, la salud física y psicológica, entre otros.

Clamo a las autoridades que deje de usarse mi proceso como un espectáculo mediático y que se permita que la sociedad nacional e internacional sean espectadoras y puedan conocer de primera mano los pormenores de este proceso.

Declaro que desde el día uno luché contra la corrupción y el crimen organizado, mediando siempre en mi actuar el respeto a los derechos de cada ciudadano, que empeñé mi vida en búsqueda de la verdadera independencia judicial y de una sociedad más justa.

Quiero que sepan que de esta dura experiencia me llevo lo mejor: en estas cuatro paredes encontré a Cristo. Volqué mi mirada y mi vida a Él.

Señor, escúchame. Te pido justicia, atiende a mi clamor y escucha mi oración, pues mis palabras son sinceras. Juzga a mi favor y haz valer lo que es justo.

(Salmos 17:1-4)

[Firma]
Marco Antonio Vallecillo Banegas