El Gobierno español ordena el sacrificio de 900 terneros a bordo de un barco

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Madrid – El Gobierno español comunicó este sábado a los responsables del barco «Karim Allah», atracado en el puerto de Cartagena (sureste), que deben proceder al aislamiento y sacrificio de los casi 900 terneros que transporta.

De no llevarlo a cabo, será el Ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación «quien lo haga de forma subsidiaria», según un comunicado de este departamento, tras la inspección veterinaria a bordo del barco el jueves y el viernes pasado.

Los especialistas determinaron que el estado de los animales, tras dos meses de traslados desde que salieron del mismo puerto español, «impide que emprendan de nuevo viaje para su exportación a un país tercero».

El acta de inspección aconseja el sacrificio de las reses por motivos de sanidad y bienestar animal.

La ley española de sanidad animal prohíbe la importación de animales vivos en territorio comunitario procedentes de países terceros no autorizados. El cargamento fue rechazado en Turquía y Libia por sospechas de la enfermedad de la lengua azul.

«Tanto Turquía, destino inicial de los terneros, como Libia no se encuentran en la lista de países terceros autorizados para exportar animales vivos a la Unión Europea», según las autoridades españolas.

El ministerio español recordó que el barco zarpó de Cartagena el 18 de diciembre pasado con una carga de 895 terneros con destino a Turquía, que contaba con la certificación de las autoridades veterinarias españolas, que «garantiza el buen estado sanitario de los animales y el respeto de las condiciones de bienestar del transporte, con arreglo a la normativa comunitaria».

Sin embargo, las autoridades turcas «rechazaron el certificado de exportación emitido por las españolas e impidieron el desembarco de los terneros», según el ministerio español porque no aceptaban el «concepto de zonificación comunitario en materia de sanidad animal».

Los países de la Unión Europea «pueden zonificar las áreas en las que está presente una determinada enfermedad dentro del territorio de un Estado miembro, distinguiéndolas así de las zonas libres de enfermedad desde las que se pueden exportar animales vivos o productos cárnicos».

Según el informe de inspección, se contabilizaron 864 animales vivos y dos cadáveres; preguntado por esta cuestión, el capitán del barco, Nabil Mouhamad, detalló que 20 reses muertas fueron arrojadas por la borda, pero no justificó lo sucedido con los nueve terneros restantes.