El defensor de Derechos Humanos Wilfredo Méndez cuestionó duramente la vigencia del Estado de Excepción en Honduras, al calificarlo como un fracaso que no ha logrado reducir los altos niveles de violencia que enfrenta el país.
Según Méndez, los primeros cuatro meses de 2025 han estado marcados por una creciente inseguridad que mantiene a la población en constante temor. “Los niveles de inseguridad son mayores, y en tan poco tiempo, con esos números, es evidente que la estrategia es contraproducente para una administración que no quiere mejorar”, declaró.
El activista también criticó que el actual Gobierno, encabezado por la presidenta Xiomara Castro, no ha hecho una reestructuración real en el sistema de seguridad nacional, sino que ha replicado modelos fallidos implementados por administraciones anteriores.
Méndez sostuvo que la Policía Nacional sigue estando profundamente debilitada. “La depuración no ha sido efectiva, no ha habido avances significativos en investigación criminal, y el Ministerio Público presenta graves deficiencias en la elaboración de requerimientos fiscales”, subrayó.
Además, advirtió que no se vislumbra una reforma sustancial en materia de seguridad para lo que resta del actual gobierno. Como ejemplo de la crisis, mencionó que en lo que va de 2025 ya se han registrado más de 15 masacres.
Criticó también el manejo de las cifras oficiales, señalando que “las autoridades solo reportan muertos, pero omiten los datos sobre personas heridas, extorsionadas o forzadas a desplazarse internamente o fuera del país”.
Para Méndez, el Estado de Excepción no ha logrado su objetivo fundamental: recuperar el control de los territorios dominados por maras y pandillas. “No han podido controlar ni un solo territorio dominado por estructuras criminales. Es, sin duda, un fracaso”, sentenció.
