«Dios me mostró que en EE. UU. se armaba un plan contra JOH», dice pastor Roy Santos

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Tegucigalpa.- El pastor evangélico Roy Santos advirtió el miércoles 16 de marzo, a través de redes sociales, que “aquellos que esconden delitos peores de los que al expresidente Juan Orlando Hernández se le acusa, es posible se libren en la tierra. pero de Dios no”.

Lo anterior luego que un juez natural concediera la noche del miércoles 16 de marzo de 2022 la solicitud de extradición del exmandatario a Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico.

Según el religioso, el tiempo dirá la verdad y lo que pasará con “aquellos que se hayan involucrado en su contra. Dios lo está viendo todo“.

Asimismo, aseguró que lo que está viviendo el expresidente Dios ya se lo había revelado desde 2018. “El panorama del expresidente Hernández tiene una aparente oscuridad, pero Dios está con él y en control de todo lo que le pasa. En el 2018 el Señor me mostró que en EE UU se armaba un plan en contra de él y de su familia, y se lo di a conocer. Es por eso que no lo ignoraba”.

A criterio del religioso, “el escarnio y vituperio que hoy está viviendo la familia del exmandatario Hernández es público, pero Dios está en medio de todo”, declaró.

También, arguyó que “no solo porque una Corte declare culpable a alguien es culpable, o porque se le dé una carta de libertad es inocente”.

Seguidamente, en su mensaje indicó que “la inocencia o culpabilidad del expresidente no lo definirá la decisión que tomé una Corte”, aclaró el pastor Roy.

Finalizó manifestando que “todas las personas que se involucren en el juicio llegarán hasta donde Dios les permita y ellos mismos quedarán en la lista y tendrán que responder por lo que cargan”.

Solicitud de extradición

El juez natural concedió la extradición del mandatario mientras la defensa se alista a presentar un recurso de apelación ante el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia para que la misma resuelva al fallo.

Hernández es acusado de tres delitos relacionados con el narcotráfico y espera su posible extradición recluido en la base de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales en Tegucigalpa, Honduras.