Tegucigalpa – El ministro de Educación, Arnaldo Bueso, consideró que es muy difícil que este año vuelvan las clases presenciales al sistema de enseñanza, pues todo depende de la curva del COVID-19.
El presente año lectivo inició oficialmente el 1 de febrero anterior con clases no presenciales o virtuales en los centros educativos del país y además empezó el proceso de matrícula de los estudiantes.
La pandemia obligó al cierre de los centros educativos desde marzo del año pasado e implementar el sistema virtual.
Bueso dijo que “no obstante, se atenderán tres modalidades de acuerdo a las circunstancias que suceden en cada comunidad, porque no podemos ver como un todo la dinámica en relación a la pandemia”.
En ese sentido, afirmo que hay muchas comunidades que no tienen registro de contagio y otras comunidades que han logrado salir adelante manejándolo muy bien”, reconoció.
“Por eso, tenemos que atender las comunidades bajo modalidades diferenciadas, pero las que tienen que tomar la decisión final es la comunidad educativa de cada agrupación y entre ellos realizar el análisis respectivo, luego obtener la autorización del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager)”, según el funcionario.
“Una de las modalidades es la presencial y esa difícilmente la vamos a poder tener a lo largo del presente año, tenemos la semi presencial que es la estrategia del retorno seguro a clases que nosotros desarrollamos desde el año pasado”.
Circunstancias
“Esa estrategia implica retornar al aula de clases con estrictas medidas de bioseguridad y atención psico emocional a todos los docentes, educandos y personal administrativo”, señaló.
“Mientras tanto, está la atención no presencial que es justamente con la que estamos arrancando este año, debido a las circunstancias que estamos viviendo por el COVID-19”, según el ministro.
“En la semi presencial nosotros hemos expresado que es importante iniciar un trabajo de apertura de clases o pilotajes, en unos 18 centros educativos ubicados en zonas geográficas donde no se registren contagios de COVID-19; además que los docentes sean de la comunidad y que ese centro sea dotado de todas las medidas de bioseguridad para docentes educandos y personal administrativo”, precisó.
“Asimismo, se habilitará una serie de indicadores que nos permitan ir evaluando en el camino la efectividad de la estrategia para de esa forma ir abriendo otros centros educativos con las mismas características. Claro, todo lo anterior debe ser previamente autorizado por Sinager”, finalizó.
