Casi el 20 % de los hombres italianos cree que la ropa de una mujer causa violencia sexual

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Roma.- El 19,7 % de los hombres italianos, uno de cada cinco, considera que la manera de vestir de las mujeres puede ser una causa de violencia sexual, un argumento que comparte el 16,6 % de las italianas, según un informe publicado hoy por el Instituto de Estadística Italiano (Istat).

De acuerdo con el estudio, el 48,7 % de los encuestados «sigue teniendo al menos un estereotipo sobre la violencia sexual» y el 39,3 % de los hombres «cree que una mujer puede evitar la relación sexual si realmente no quiere» tenerla.

Además, en torno al 10 % de los hombres y mujeres encuestados coinciden en atribuir responsabilidad a una mujer víctima de violencia sexual en los supuestos de que esté bajo los efectos del alcohol o de que acepte la invitación de un hombre después de una fiesta.

El informe, publicado en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer -el 25 de noviembre-, aporta otros datos sobre la tolerancia de los italianos ante la violencia física y psicológica en las relaciones de pareja.

Por ejemplo, el 10,2 % de los adultos del país considera «aceptable» que un hombre controle habitualmente el teléfono o la actividad en redes sociales de su pareja o esposa, algo que apoyan el 16 % de los jóvenes entre 18 y 29 años.

Respecto a la violencia física, el 2,3% de las personas aceptan que «siempre o en algunas circunstancias» un chico «abofetee a su novia porque ella coqueteó con otro hombre» y para el 4,3 % de los italianos «siempre o en algunas circunstancias» es tolerable que «una pareja reciba una bofetada de vez en cuando».

El informe se publica tras un feminicidio que ha conmocionado a Italia: el de Giulia Cecchettin, de 22 años y a punto de graduarse de Ingenieria Biomédica, que fue asesinada a manos de su exnovio después de que las cámaras de una zona industrial del norte del país grabaran como el chico la golpeaba mientras ella decía «me haces daño» y la arrastrase varios metros por el suelo. EFE