Tegucigalpa.- El cardenal Óscar Andrés Rodríguez abogó este domingo por un buen Gobierno para la nueva presidenta de su país, Xiomara Castro, y dijo que no se puede construir una nueva Honduras sin ética.
«No se puede construir una nueva Honduras sin ética y la ética viene del señor Jesús», subrayó Rodríguez en la misa que ofició en la basílica menor de Suyapa, en Tegucigalpa.
Honduras tiene desde el pasado día 27 un nuevo Gobierno al frente de Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado con un golpe de Estado el 28 de junio de 2009.
Luego del golpe de Estado, que derivó además en un exilio de Zelaya y su familia, hubo un distanciamiento entre el expresidente y el cardenal Rodríguez.
El distanciamiento se debió a unas declaraciones del cardenal Rodríguez en el sentido de que no era oportuno que Zelaya regresara a Honduras cuando había transcurrido poco tiempo de su derrocamiento, por la convulsión política y social que entonces estaba viviendo el país.
Las opiniones del cardenal fueron censuradas por diversos sectores, principalmente entre los seguidores de Zelaya, creando un rechazo hacia el religioso y la Iglesia católica.
Zelaya buscaba pronto regresar a su país para que se le restableciera en el poder con el respaldo de la comunidad internacional, pero sus intentos no prosperaron por el riguroso bloqueo que impusieron los militares, por órdenes del presidente de facto provisional que escogió el Parlamento, Roberto Micheletti.
En la misa de hoy, el cardenal expresó; «encomendemos de manera especial a la señora presidente -católica- y a todo su gabinete de Gobierno y a todos aquellos que quieren colaborar para una Honduras mejor».
Señaló además que «los desafíos son muy grandes» en el país centroamericano, de 9,5 millones de habitantes, de los que alrededor del 70 % son pobres, según fuentes oficiales.
Honduras también sufre una violencia criminal y otros flagelos como el narcotráfico, una creciente corrupción, deficientes sistemas de educación y salud; un desempleo que afecta a más de un millón de personas y los efectos de la pandemia de covid-19, que desde marzo de 2020 ha dejado más de 10.000 muertos y cerca de 400.000 contagios.
En noviembre de 2020 el país también sufrió el devastador paso de las tormentas tropicales Eta e Iota.
El día que asumió el poder Xiomara Castro, antes de dirigirse al Estadio Nacional, donde se celebró la ceremonia de su investidura, asistió a una misa oficiada por el obispo Ángel Garachana, presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, en la ermita de Suyapa, que está a pocos metros de la basílica menor.
Garachana felicitó el jueves a Xiomara Castro, a quien dijo que le desea «sabiduría, sensibilidad social, actitud de diálogo, coherencia ética, fortaleza de ánimo, arraigo en la verdad y la justicia para un buen gobierno».
«La acompaño con mi oración», expresó el obispo en un mensaje en la red social Twitter. EFE
