Tegucigalpa.- El titular de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), Marco Zelaya, reconoció que la entidad enfrenta desafíos significativos en cuanto al cuidado de los bienes bajo su responsabilidad.
Zelaya, quien asumió recientemente el cargo de director, reveló la falta de un inventario actualizado, señalando que la situación ha llevado a un estado de desorden administrativo en la institución.
El director recién nombrado expresó su preocupación por la ausencia de registros actualizados sobre la ubicación de los inmuebles y destacó la urgencia de abordar este problema.
«Nos hemos encontrado con una oficina en desorden, sin registros actualizados de la ubicación de los inmuebles», declaró Zelaya, subrayando la necesidad de una pronta acción.
La falta de transparencia, según Zelaya, compromete la responsabilidad institucional y socava la confianza del público en la gestión de los recursos confiscados. Ante este escenario, el director se comprometió a realizar una revisión exhaustiva de los procedimientos internos y presentar un informe inicial a la presidenta Xiomara Castro y al ministro de Seguridad.
Además, Zelaya anunció la formulación de un plan de acción a corto, mediano y largo plazo para asegurar una gestión efectiva de los bienes incautados. «Es imperativo que actuemos con celeridad», enfatizó Zelaya.
«Algunos de estos bienes están experimentando un deterioro que podría afectar su valor, lo cual es injusto tanto para los antiguos propietarios como para el pueblo hondureño en general. Estos activos ahora pertenecen a todos y es nuestro deber administrarlos de manera adecuada y eficiente, conforme a lo estipulado por la ley», concluyó.
