Tegucigalpa.- En una inesperada develación, el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, respondió contundentemente ante la notificación de un embargo a las cuentas municipales emitido por el Juzgado de Letras de lo Civil de la Sección Judicial de la ciudad.
El embargo, valorado en 27 millones 785 mil 370 lempiras con 76 centavos, es resultado de una demanda presentada por la sociedad Electro Andina, S. de R.L., en relación con un contrato de servicios.
Contreras, visiblemente seguro, afirmó que las cuentas de la municipalidad están resguardadas por un fideicomiso, el cual garantiza un préstamo de la administración anterior que supera los tres mil millones de lempiras.
Declaró enfáticamente: «Las cuentas de nuestra municipalidad no las puede embargar ni Rambo», descartando la posibilidad de que el embargo afecte las finanzas municipales.
El alcalde destacó que la deuda en cuestión es un problema heredado de la administración anterior, liderada por Armando Calidonio.
Durante la emergencia por la pandemia de Covid-19, según Contreras, tres proveedores presentaron facturas por más de 250 millones de lempiras, quedando un saldo pendiente de 12 millones de lempiras. Explicó que la administración actual no pudo saldar esas facturas debido a la falta de documentación de respaldo y pruebas de los servicios prestados.
«Estamos tranquilos, no hay ningún embargo ni va a haber ningún embargo», aseguró el alcalde, instando a la población a mantener la calma y a seguir contribuyendo con la ciudad mediante el pago de impuestos. Aseguró que el departamento legal de la municipalidad está abordando el asunto y expresó confianza en que la situación se resolverá legalmente.
Contreras no escatimó críticas hacia la rapidez de la respuesta judicial, calificando al juez que emitió la sentencia como «torpe». Alegó que se dirigió incorrectamente a la «corporación municipal» en lugar de la municipalidad, insinuando irregularidades en la administración anterior. Sugirió que algunos actores podrían haber drenado las arcas municipales, añadiendo una capa de complejidad a la ya delicada situación legal.
