Tegucigalpa.- Al menos siete personas murieron este lunes después de que varios misiles impactaran en Lviv, una ciudad del oeste de Ucrania ubicada a unas 44 millas (70 kilómetros) de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN, según informaron las autoridades locales. La localidad ha servido de refugio para miles de personas que huyen del este desde el inicio de la guerra, así como en un importante centro de suministro y logística.
Las instalaciones resultaron gravemente dañadas, según los funcionarios, pero mientras los lugareños trabajaban rápidamente para extinguir los incendios, los ataques sirvieron como recordatorio de que las fuerzas rusas seguirán amenazando a toda Ucrania, incluso cuando el Kremlin vuelva a centrar sus ataques en el este del país.
Funcionarios ucranianos comunicaron que los misiles alcanzaron tres objetivos militares y un cuarto golpeó un centro de montaje de neumáticos. Entre las víctimas hay un niño y 11 personas resultaron heridas, según el gobernador regional Maksym Kozytskiy.
Mientras parece que va a lanzar una gran ofensiva en la región oriental de Donbás, Rusia también ha anunciado que tiene la intención de intensificar sus ataques contra Kiev y las líneas de suministro en el oeste del país.
“Los rusos siguen atacando de manera bárbara ciudades ucranianas desde el aire, declarando cínicamente al mundo entero su ‘derecho’ a matar ucranianos”, lamentó en Twitter Mykhailo Podolyak, un asesor clave del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Reporteros de nuestra cadena hermana NBC News escucharon dos de los ataques con misiles y vieron otros dos, pero no han verificado el número de personas muertas ni el número de misiles utilizados.
El primer indicio de los misiles fue el sonido de los jets, algo inusual aquí, ya que pocos aviones han sobrevolado la ciudad desde el comienzo de la guerra. Los misiles que NBC News pudo ver parecían dos aviones cayendo del cielo hasta que se oyeron explosiones sordas y salió humo de los lugares de la explosión.
Parecía que los misiles habían impactado cerca de la estación de tren de Lviv, que se ha convertido en el corazón del gigantesco esfuerzo de Ucrania por trasladar suministros y personas a través del país y más allá.
Desde el comienzo de la guerra, cientos de personas se han acumulado en la estación de ferrocarril cada día, muchas de ellas esperando un tren que se dirigiera al oeste para comenzar su vida como refugiados, o para reunirse con sus seres queridos que habían venido a reunirse con ellos en Lviv, donde la vida hasta ahora ha sido relativamente tranquila.
Aunque los trenes se detuvieron momentáneamente y los pasajeros escaparon a los refugios, la estación de tren se reabrió rápidamente y los trenes empezaron a circular de nuevo con normalidad, aunque las sirenas seguían sonando.
Aunque las sirenas antiaéreas suenan a menudo en Lviv, muchos lugareños han empezado a ignorarlas y a seguir con sus vidas.
Sin embargo, el ataque aparentemente mortal del lunes dio un nuevo toque de atención a las sirenas, ya que muchos miraron al cielo por si se producían nuevos bombardeos contra una ciudad que creían a salvo de la agresión rusa. Telemundo
