La búsqueda desesperada por llegar a Estados Unidos desencadenó una nueva tragedia ayer jueves: 55 migrantes, en su mayoría centroamericanos murieron al volcar el camión en el que viajaban hacinados en el sur de México.
Otras tres personas sufrieron heridas de gravedad, señaló la Fiscalía General en un comunicado, en el que anunció que su unidad de derechos humanos asumió la investigación. Un balance previo de autoridades regionales había reportado decenas de heridos.
El accidente se produjo en una carretera del estado de Chiapas, principal punto de acceso de indocumentados, cuando el tráiler chocó contra un muro presuntamente por exceso de velocidad.
Cubiertos con sábanas blancas, los cadáveres fueron acomodados en hilera sobre la vía, en medio de una intensa movilización de paramédicos y autoridades.
“Lamento profundamente la tragedia ocasionada por la volcadura de un tráiler en Chiapas que transportaba migrantes centroamericanos. Es muy doloroso. Abrazo a los familiares de las víctimas”, escribió en Twitter el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
“Me solidarizo con las familias de las víctimas, a quienes ofrecemos toda la asistencia consular necesaria, incluyendo las repatriaciones”, señaló por su parte el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en la misma red social.
“Por los testimonios de las personas sobrevivientes (…), son originarios la mayor parte de ellos de Guatemala”, dijo Luis Manuel García, director estatal de Protección Civil.
La tragedia ocurrió tres dás después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
Saga trágica
os heridos fueron trasladados a hospitales públicos y privados, mientras el Instituto Nacional de Migración informó que trabaja para “identificar los cuerpos, cubrir los gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos”.
También ofreció “atención humanitaria” y regularizar la situación migratoria de los sobrevivientes.
Imágenes televisivas mostraron el despliegue de ambulancias, bomberos y rescatistas en el lugar, mientras algunos migrantes en shock esperaban recibir atención médica.
La tragedia ocurrió entre la ciudad de Chiapa de Corzo y la capital Tuxtla Gutiérrez.
El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte del país e intentar cruzar hacia Estados Unidos.
Esa modalidad también es una de las más temidas, según han relatado viajeros en el límite mexicano-estadounidense.
Según esos testimonios, los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos perecen en el trayecto.
Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros han preferido formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.