Nuevas protestas en Rochester, Nueva York, contra la brutalidad policial

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(Protestas, Estados Unidos) imagen de referencia. EFE/EPA/TANNEN MAURY

Nueva York – La ciudad de Rochester, en el norte del estado de Nueva York, volvió a se escenario la noche del viernes de protestas contra la brutalidad policial por la muerte de Daniel Prude, un hombre afroamericano, que falleció en marzo a manos de agentes de policía.

La Policía empleó gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes que se habían concentrado para protestar por la muerte de Prude cuando se encontraba custodiado por agentes del cuerpo de seguridad, informaron medios locales.

Algunos medios apuntan que 11 manifestantes fueron detenidos y que tres agentes resultaron heridos.

El anuncio de la alcaldesa de la ciudad, Lovely Warren, el jueves de que había suspendido a siete policías involucrados en la muerte por asfixia de Prude, no parece que haya calmado los ánimos de muchos de los habitantes de la ciudad.

«He suspendido a los agentes implicados hoy en contra del consejo del pleno del ayuntamiento y urjo a la fiscal general a concluir su investigación», dijo Warren.

Prude, de 41 años, falleció en marzo, pero las imágenes de su muerte no fueron difundidas hasta este miércoles por su familia. En dichos fotogramas puede verse cómo los agentes le cubrieron la cabeza con una capucha y le presionaron el rostro contra el pavimento durante dos minutos.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, exigió el jueves respuestas por su muerte y reclamó tanto una investigación completa, que lleva en marcha varios meses, como la plena cooperación de la Policía de Rochester.

Los policías respondieron a una llamada de su hermano, después de que Prude saliese corriendo de su casa en un estado errático y con síntomas de algún tipo de problema mental.

En los videos hechos públicos por la familia, tomados por las cámaras que llevan los agentes en sus uniformes, se ve a Prude, que se había desnudado, con las manos detrás de la espalda, esposado y gritando antes de que la Policía le tapara la cabeza con una capucha, aparentemente para evitar que les escupiera, ya que había gritado que tenía coronavirus.

Después de dos minutos, Prude ya no se movía ni hablaba, por lo que se decidió llamar a los servicios médicos de urgencia, que le practicaron maniobras de reanimación y le trasladaron a un hospital.

El médico forense del condado de Monroe dictaminó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por «complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física», según un informe de la autopsia.

El «delirio excitado» que padecía el fallecido y la intoxicación aguda por varios fármacos que había tomado fueron también factores que contribuyeron a su estado, según el informe.

El caso de Prude se une a otros parecidos en los últimos meses que han generado protestas masivas en buena parte de Estados Unidos contra la violencia policial y el racismo. EFE