Muerte de narco fue planificada por “El Tigre” Bonilla, según Fiscalía de New York ¿Quién era la víctima?

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Juan Carlos "El Tigres" Bonilla, fue señalado por la Fiscalía de los Estados Unidos por el delito de tráfico de drogas.

Tegucigalpa- Uno de los señalamientos realizados este jueves por la Fiscalía del Distrito Sur de New York, es que el exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, participó en el asesinato del narcotraficante Franklin Arita Mata, hecho ocurrido en el año 2011.

Según se conoció Franklin Arita Mata, fue socio del narcotraficante confeso Alexander Ardón y del excongresista Juan Antonio Hernández, pero debido a que Arita Mata quiso cerrar una de las rutas de acceso para el trasiego de droga del departamento de Copán, hacia frontera con Guatemala causo molestias entre la organización por lo que decidieron acabar con su vida.

El hecho criminal ocurrió el 26 de julio del año 2011, en el poblado de El Rosario, Santa Rita, Copán, en el occidente de Honduras.

En ese entonces el exjerarca de la Policía Nacional hoy acusado por el gobierno de los Estados Unidos, se desempeñaba como jefe regional de la Policía de occidente, y referente a ese crimen en su momento menciono que se trataba de un ajuste de cuentas.

Según un análisis preliminar de la escena, se trató “de un ajuste de cuentas con una operación tipo emboscada, porque tal como se dan las cosas tuvo que haber un seguimiento y después una ubicación y después una emboscada”.

Además, indicó que en el hecho se utilizaron armas de grueso calibre entre ellas una bazuca.

Los fallecidos fueron identificados como Franklin Arita Mata (33), quien fue socio de Alexander Ardón, también murieron en la emboscada sus tres guardaespaldas Mauro Antonio, Leonel Ramos Córdova y Elvin Mejía.

Alegación de la Fiscalía

Alrededor de julio de 2011, Bonilla Valladares participó en el asesinato de un narcotraficante rival a petición de Hernández Alvarado y otros porque el traficante rival había intentado evitar que Hernández Alvarado y otros miembros de la conspiración transportaran cocaína a través de una región del oeste de Honduras cerca de la frontera con Guatemala.

Afirmando que investigó el asesinato en ese momento, Bonilla Valladares habría informado a un miembro de los medios, en esencia, que el asesinato fue un ataque sorpresa bien planeado que se había llevado a cabo de manera eficiente y que los autores habían limpiado a fondo la escena del crimen. Según los informes, Bonilla Valladares agregó que los autores del asesinato habían utilizado lanzagranadas de 40 milímetros, rifles de asalto M-16 y rifles de asalto Galil.