Tegucigalpa.- Las fuertes inundaciones desencadenadas por la crecida del río Goascorán han dejado pérdidas millonarias en Alianza, Valle, zona sur de Honduras.
Las camaroneras y salineras, que son pilares fundamentales de la economía en la región, fueron las más afectadas, sufriendo pérdidas totales y viendo sus instalaciones completamente destruidas. Los pobladores de este sector, que ya enfrentaban dificultades económicas, ahora se enfrentan a una situación aún más precaria.
Lo más preocupante es que, según los residentes, esta no es la primera vez que enfrentan inundaciones de tal magnitud.
Año tras año, la comunidad ha denunciado ante las autoridades locales y gubernamentales la vulnerabilidad de la zona y la urgente necesidad de soluciones preventivas.
Sin embargo, sus llamados parecen haber caído en oídos sordos, ya que las autoridades no han implementado medidas efectivas para abordar esta creciente problemática.
Esta falta de acción por parte de las autoridades locales y gubernamentales ha generado un profundo malestar en la comunidad.
Los pobladores lamentan que, a pesar de las repetidas alertas, no se haya proporcionado una solución real a esta problemática que afecta directamente su capacidad para desarrollarse como municipio.
