Roma – La temperatura en Italia podría subir hasta 5ºC para final de este siglo, de cumplirse el peor de los escenarios en relación con la crisis climática, según un estudio científico.
El informe «Clima: los riesgos para Italia y estrategias para el futuro», del Centro Euromediterráneo sobre Cambio Climático (CMCC), señala que «los diferentes modelos climáticos coinciden en evaluar un aumento de temperatura de hasta 2°C en el período 2021-2050 (en comparación con 1981-2010)» y «en el peor de los casos, el aumento de temperatura puede alcanzar los 5°C» a final de siglo.
Este centro italiano, dedicado a la investigación relacionada con el clima, aplica modelos climáticos a la realidad italiana para aportar información sobre el futuro y los riesgos que la emergencia climática suponen para el país, con graves consecuencias a nivel socioeconómico.
El estudio pronostica un mayor número de días calurosos y olas de calor, y plantea una reducción de las precipitaciones (especialmente en el centro y sur del país), aunque un mayor número de eventos de precipitaciones intensas.
Los costes económicos crecerán exponencialmente con el aumento de la temperatura, con valores desde el 0,5% del PIB hasta un 8% a fin de siglo.
Pese a que todo el país necesitaría adaptarse a la nueva situación, la brecha económica que separa al norte y el sur se haría aún mayor.
Los sectores que más sufrirán serán los de redes y equipos de infraestructura, la agricultura y el turismo (tanto en verano como en invierno).
El cambio de temperatura agravará los problemas de salud de los sectores más vulnerables de la población en el entorno urbano (isla de calor), y se espera un aumento de la mortalidad por cardiopatías isquémicas, ictus y otras enfermedades, como las respiratorias.
El cambio en las precipitaciones afectaría especialmente a las zonas alpinas y apeninas. El de las temperaturas, por otro lado, da lugar a un deshielo que aumentaría el riesgo hidráulico en cuencas pequeñas; además de crecer la probabilidad de deslizamiento en áreas de poca permeabilidad.
Los recursos hídricos renovables se verán reducidos a la mitad y la calidad del agua empeorará, así como disminuirá su disponibilidad.
Todos estos síntomas de la crisis climática aumentarán en épocas cálidas, precisamente cuando los recursos son más escasos y aumenta la demanda en sectores como el ganadero o el turístico.
La agricultura tiene una de las peores previsiones, ya que se reducirá el rendimiento de las especies cultivadas y su calidad, como también la calidad y producción ganaderas.
Finalmente, el riesgo de incendios aumentará, así como la duración de la época en que se producen y la superficie que podrían abarcar.
«El desafío del riesgo vinculado al cambio climático parte del conocimiento científico para integrar la adaptación y las soluciones que se deben poner en marcha en las políticas públicas, en inversión y planificación del gasto público para garantizar el desarrollo sostenible», señaló Donatella Spano, miembro de la Fundación CMCC que coordinó la investigación. EFE