Túnez – La pandemia por la COVID-19 no da tregua en la región central del norte de África, con cientos de casos diarios en Túnez, Argelia y Libia que deben gestionar en paralelo una aguda crisis económica y la inestabilidad política.
Libia registró hoy por primera vez desde el inicio de la pandemia, más de 1.000 nuevos casos en 24 horas por lo que el balance total es de 19.000 contagios y 296 fallecidos.
Unos 16.300 casos siguen todavía activos en ese país, víctima del caos y de la guerra civil desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar el Gadafi.
Según el centro nacional libio de enfermedades infecciosas, vinculado al Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA), la capital y sus suburbios concentraron por tercera semana consecutiva más de la mitad de los casos.
Por ello, las autoridades instaron a sus residentes a evitar los desplazamientos, excepto en casos de fuerza mayor, para permitir a los equipos de control epidemiológico identificar a las personas infectadas.
Sin embargo, no existen datos sobre la situación real en las regiones bajo control del mariscal Jalifa Hafter, líder militar del gobierno no reconocido en el este de Libia. Este Estado fallido debe enfrentarse a un sistema sanitario inexistente y a la propia guerra, que monopoliza los escasos recursos médicos.
ARGELIA CONTINÚA A LA CABEZA DE LA REGIÓN
La pasada semana, Argelia logró situarse por primera vez desde finales de junio por debajo de los 300 casos diarios. Pero, con 46.600 contagios y 1.562 decesos, sigue siendo el país más afectado de la zona. Mientras, el número de pacientes curados supera los 32.900.
Esta mejora se ha traducido en la celebración este lunes del primer consejo de ministros presencial desde que el pasado mes de abril se impusieran las reuniones por vídeconferencia. El asunto tratado fue una revisión de la constitución y la preparación de un referendum al que dicha revisión será sometida el próximo 1 de noviembre
Por su parte, la Federación Argelina de fútbol anuló este domingo la liga nacional después de haber sido suspendida el mes de marzo, dejando a los aficionados sin los cuartos de final.
En materia educativa, la incertidumbre también marca la pauta. El ministro de Educación, Abdelaziz Djerad, aseguró hoy que todavía no está fijada la fecha definitiva para el regreso de los estudiantes- ausentes de las aulas desde hace seis meses- prevista inicialmente para el 4 de octubre.
TÚNEZ SE ENFRENTA A LA VUELTA AL COLE
Al contrario que su vecino, Túnez ha decidido mantener el calendario escolar, que comenzará el 15 de septiembre, pese a que se ha duplicado el número de casos desde la apertura de las fronteras a finales de junio. Desde entonces, el país ha registrado 3.800 nuevos contagios y 43 decesos.
Aunque menos afectado por la pandemia, cuenta con un balance oficial de 5.000 casos y 93 fallecidos. El Observatorio Nacional de Enfermedades Nuevas y Emergentes clasificó el pasado viernes 21 regiones de un total de 24 como zonas de alto riesgo al alcanzar una media de 10 casos por cada 100.000 habitantes.
A principios de agosto, las autoridades tunecinas achacaron este aumento a los llamados «casos importados» y establecieron una lista para clasificar los países respecto a su riesgo de contagio.
Todos aquellos viajeros que lleguen del extranjero deben presentar un PCR negativo, mientras que los que proceden de países en naranja, como Francia, están obligados a respetar un autoaislamiento domiciliario. En el caso de los países rojos como España, sólo se permite el regreso de ciudadanos tunecinos y extranjeros residentes a condición de cumplir una cuarentena en un centro u hotel elegido por las autoridades locales. EFE