La ola de violencia aleja la inversión y denota que algo se está haciendo mal en Honduras, según la ANDI

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Tegucigalpa.- Según el vicepresidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), José Martín Chicas, la ola de violencia aleja la inversión y eso denota que algunas cosas se están haciendo mal en el país.

En ese sentido el entrevistado pidió a las autoridades encontrar una ruta para construir una sociedad de prosperidad, de paz, educación y de cultura en Honduras y en la región centroamericana.

En efecto, el representante industrial subrayó que la violencia afecta el ánimo de los hondureños y el de las personas que pudiesen invertir en el país, porque cuyos titulares de criminalidad en primera plana manchan la imagen de Honduras y eso al final espanta la llegada de la inversión.

«Esperemos que no se quiera desestabilizar la parte buena operativa del sector público y privado del país, por tanto, debe revisarse los puntos de conflicto y otros factores mediante la parte científica sobre la violencia que aqueja a la población hondureña», enfatizó Chicas.

A parte de otras masacres y asesinatos, el jueves en horas de la madrugada se registró la muerte de cuatro personas en el estacionamiento del edificio Torre Morazán, a orillas del bulevar Morazán de Tegucigalpa.

Los asesinados fueron: Said Lobo Bonilla, hijo del expresidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez; Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez, quien era chofer de Lobo Bonilla.

La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y trece muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.