La Iglesia latinoamericana pide a los jóvenes ser más incisivos en la lucha climática

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Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). EFE/Ernesto Arias/Archivo

Madrid – La COP25 de Madrid servirá para que Europa deje de entender «poéticamente» el peligro del cambio climático y pase a la acción, ayudada por unos jóvenes ya comprometidos pero que deben ser «más incisivos», aseguró a Efe el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Miguel Cabrejos.

Aunque los jóvenes «son, creo, más sensibles» ante la emergencia climática actual, «debemos hacerles un llamado a que sean más incisivos», explicó en una entrevista con Efe monseñor Cabrejos, arzobispo de Trujillo (Perú) y también presidente de la Conferencia Episcopal peruana.

El papa Francisco «tiene una frase que dice: ‘hagan bulla'», contó Cabrejos, invitado a participar en la Cumbre del Clima de Madrid (COP25) como máxima autoridad del Celam, que agrupa a los obispos de la Iglesia católica de Latinoamérica y el Caribe.

Y esa frase del pontífice «significa que hay que movilizarse, hay que tomar acciones por un bien común, un bien mayor, que nos implica a todos», resumió.

Los jóvenes «son una gran esperanza, hay que invitarlos a que hagan bulla, que se movilicen», pero «nosotros también tenemos responsabilidades frente a las generaciones futuras», matizó, no obstante, el arzobispo peruano.

INVITACIÓN A TOMAR CONCIENCIA

En ese sentido comentó que, a su juicio, esta COP25 «también es una invitación a la toma de conciencia de los países europeos».

Estos países están lejos de «pulmones» globales como la Amazonía o el Congo africano, y en ellos «quizá a veces se entiende un poco poéticamente el tema del cuidado de la casa común y del peligro del cambio climático», argumentó Cabrejos.

El esfuerzo como tal de la COP25 «vale la pena», porque «todo el mundo es consciente» de que el Acuerdo de París «no se ha cumplido totalmente o como se esperaba», anotó.

Según el presidente del Celam, «se va expandiendo la creación de una mayor conciencia» a nivel global contra el cambio climático y, en ese sentido, «hay que reconocer la valentía, la visión futurista» del papa con la reciente celebración en el Vaticano del Sínodo sobre la Amazonía.

Lo que el pontífice hizo con ese Sínodo fue «adelantarse y colaborar eficazmente» en la lucha climática «no solo desde el punto de vista pastoral, sino también científico», incidió.

Al respecto recordó que en el Sínodo «se habló mucho de conversión ecológica», de la vuelta a «una forma de vida más sencilla, más austera, con responsabilidad ambiental y social».

El documento aprobado tras el Sínodo, que tuvo lugar en octubre en el Vaticano, contiene propuestas como la de ordenar sacerdotes a hombres casados para las zonas más aisladas e incluye el compromiso de la Iglesia de ser la aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra ellos y sus territorios.

ACCIONES CONCRETAS Cabrejos detalló a Efe que, entre las acciones «concretas» que está adoptando el Celam a raíz del Sínodo, está establecer un «organismo permanente» que aborde las preocupaciones surgidas durante ese encuentro.

También se ha hablado de crear «el observatorio sociopastoral amazónico», algo «sumamente importante», y habrá una sección dedicada a la Amazonía del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Todo ello son «acciones concretas de responsabilidad y compromiso» con el combate al cambio climático que la iglesia latinoamericana está promoviendo y que se trasladarán también a la «iglesia universal».

«Pensar que el ser humano está desconectado de la naturaleza es un gravísimo error, está todo interconectado», reflexionó Cabrejos.

Y «si no hay responsabilidad, sensibilidad contra el cambio climático, pues va a sufrir el mundo entero», concluyó.